La Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (SEPAR) advierte de que la vía de inicio del tabaquismo entre la población adolescente es el vapeo, debido a la aceptación social y el fácil acceso que tiene. Por ello recomiendan intervenir en el ámbito educativo con programas que enseñen a los niños desde primaria los problemas que conllevan este tipo de actividades. Así se aborda en el estudio 'Nuevas formas de inicio al tabaquismo en adolescentes', firmado por el neumólogo Álvaro de Astorza Vergara y la enfermera, Marisa Escobar Povedano, ambos del Hospital de Can Misses (Ibiza) y publicado en 'Prevención del Tabaquismo', la revista científica sobre tabaquismo de SEPAR.
Los autores destacan que las franjas de edad en las que se deben centrar son los adolescentes, que en España comienzan a fumar a los 13 años de media, y los adultos que son fumadores desde hace muchos años.
“Nos resulta llamativo que el vapeador sea el producto más consumido, lo que puede deberse al fácil acceso a los cigarrillos electrónicos que tienen los adolescentes"
En este estudio transversal se consiguió una muestra definitiva de 344 adolescentes de entre 12 y 18 años, de los cuales el 50,2% eran mujeres. La edad media de inicio del consumo se situó en los 13 años, lo que coincide con los últimos estudios realizados a nivel nacional. El cigarrillo electrónico ha sido el producto más utilizado entre los encuestados.
Los resultados señalan que el 86,6% nunca habían fumado, el 6,1% que fumaban pero que lo habían dejado, el 4% que eran fumadores activos y un 3,1% que se consideraban vapeadores. En cuanto al producto que fumaban, el 10,4% dijeron que habían probado alguna vez el cigarrillo electrónico; el 8,4%, los porros; el 7,5%, el cigarrillo convencional; y el 4,9%, la cachimba.
“Nos resulta llamativo que el vapeador sea el producto más consumido, lo que puede deberse al fácil acceso a los cigarrillos electrónicos que tienen los adolescentes, por escapar a las políticas de control de la venta de cigarrillos convencionales, unido a una gran aceptación social y al hecho de resultar más atractivo por su formato electrónico”, explican los autores.
“Además, sorprende que los porros tengan un porcentaje de consumo similar al cigarrillo, lo que indica que su consumo está normalizado entre los adolescentes y que el acceso a ellos, a pesar de ser una sustancia ilícita, no es difícil”, añaden los autores.
En referencia a los motivos por los que los adolescentes se inician en el mundo del tabaquismo o el vapeo, el 48,2% comentaron que se debe a que su entorno era fumador, el 37,5%, dijeron que por diversión, el 10,7%, afirmó que había empezado a fumar o a vapear porque le daba seguridad, el 9% porque fumaban en la familia y el 3,5% porque les daba buena imagen.
Los autores recuerdan que tener fumadores en casa se relaciona con una mayor probabilidad de convertirse en fumador habitual, sobre todo cuando son la madre o los hermanos los que fuman, “lo cual es preocupante y nos hace pensar que la labor informativa necesaria ha de extenderse también al ámbito familiar”, concluyen.