Semaglutida y hábito tabáquico: “Si todo va bien, tendríamos un nuevo fármaco para dejar de fumar”

El Dr. Carlos Jiménez, expresidente de SEPAR, aborda en ConSalud.es si la semaglutida podría ser un fármaco eficaz para dejar de fumar y cuándo podría emplearse

El Dr. Carlos Jiménez, expresidente de SEPAR, explica el nuevo estudio sobre semaglutida para dejar de fumar (Foto. Freepik)
8 septiembre 2024 | 11:00 h
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El hábito tabáquico es una de las mayores lacras de la sociedad en lo relativo a la salud. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), el tabaco es la primera causa evitable de enfermedad, invalidez y muerte prematura en el mundo. En Europa, el tabaquismo provoca cada año 1,2 millones de muertes y está relacionado con la aparición de múltiples enfermedades, de las cuales 20 son diferentes tipos de cáncer, según la International Agency for Research on Cancer. Esta situación hace entender los esfuerzos por lograr que la población deje de fumar, desarrollando nuevos fármacos o, en ocasiones, estudiando fármacos ya existentes. En este contexto surge un nuevo estudio, publicado en ‘Annals of Internal Medicine’.

Por primera vez, se ha asociado el uso de semaglutida con un menor riesgo de atención médica relacionada con el trastorno por consumo de tabaco (TUD) en fumadores con diabetes tipo 2 en comparación con otros siete medicamentos antidiabéticos. En concreto, se observó que aquellos que usaron semaglutida tenían menos probabilidades de tener un encuentro médico que incluyera un diagnóstico de TUD, prescripción de medicamentos para dejar de fumar o asesoramiento para dejar de fumar durante el período de estudio.

“Había algunos trabajos preliminares en los que se observaba que pacientes que se encontraban tomando semaglutida podían abandonar el consumo de tabaco de forma inesperada, debido a que se reducían las ganas de dejar de fumar. Esto lleva a la realización de este estudio que se ha publicado ahora, en el que se han analizado distintos grupos de pacientes diabéticos que estaban siendo tratados con diferentes antidiabéticos”, explica para ConSalud.es el Dr. Carlos Jiménez, expresidente de la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (SEPAR).

"Había algunos estudios preliminares en los que se observaba que pacientes que se encontraban tomando semaglutida podían abandonar el consumo de tabaco de forma inesperada"

El doctor explica que se observó que, en el grupo que estaba siendo tratado con semaglutida, había un menor número de pacientes que consultaban a médicos o profesionales sanitarios por problemas de tabaquismo, es decir, que consultaban porque querían dejar de fumar.

“Esto ha llevado a pensar que la semaglutida podría ser un medicamento que tuviera unas acciones de ayuda al fumador para dejar de fumar. Sin embargo, es un planteamiento aún muy primitivo, basado en otros estudios, aunque abre la puerta para que semaglutida pueda ser analizada y estudiada como fármaco para ayudar a dejar de fumar”. Así, el trabajo abre la puerta para la investigación de semaglutida como fármaco para abandonar el hábito tabáquico, “pero antes de llegar a indicarlo como un tratamiento, habría que analizar primero cuál es el mecanismo de acción que pudiera tener la semaglutida para ayudar de dejar de fumar”.

El siguiente paso sería analizar cuál es la dosis a la que la semaglutida mantiene esa eficacia para ayudar a dejar de fumar sin producir efectos adversos y, una vez hecho esto, hacer un análisis más profundo para ver qué síntomas del síndrome de abstinencia controla para ayudar al fumador a dejar de serlo.

"No hay nada mejor que tener fármacos que puedan ser investigados como fármacos con potencial para ayudar a los fumadores a dejar de serlo"

“Por último, habría que hacer un gran ensayo clínico aleatorizado doble ciego controlado con placebo e, incluso, controlado con otros fármacos ya disponibles que han demostrado ser eficaces y seguros”. Se trata de un proceso de investigación que, a ojos del expresidente de SEPAR, es largo y duraría de dos a cuatro años. No obstante, “si todo va bien y los resultados son positivos, tendríamos un nuevo fármaco dentro de nuestro arsenal terapéutico para ofrecérselo a los fumadores y que dejen de fumar”.

El arsenal actual cuenta con cuatro fármacos “eficaces y seguros” para dejar de fumar, comprobado en numerosos estudios y metaanálisis científicos realizados. Estos son la terapia sustitutiva con nicotina, el bupropion, la cistina y la vareniclina. “Hay también investigaciones relativas a combinar estos fármacos para ayudar a dejar de fumar, así como algún ensayo clínico sobre otros fármacos que actúan a nivel de los receptores dopaminérgicos. Estos también han mostrado eficacia, pero son estudios mucho más recortados, con menores pacientes y sin llegar a ser un ensayo clínico doble ciego controlado con placebo”.

Además, cualquier fumador es adecuado para someterse a estos tratamientos. “Cuando un fumador quiere hacer un serio esfuerzo por dejar de fumar y está determinado en hacer este esfuerzo, es fundamental que reciba asesoramiento psicológico por un lado, para que le ayude a combatir la dependencia psíquica que padece el fumador por el cigarrillo. A ese asesoramiento hay que añadir, además, tratamiento farmacológico. Todo ello hace que el fumador tenga muchas posibilidades de dejar de fumar”, indica el Dr. Carlos Jiménez. Sin embargo, la existencia de nuevos estudios y líneas de investigación es una buena noticia para profesionales y fumadores que quieren dejar el hábito tabáquico. “Se abre una puerta para la investigación, y no hay nada mejor que tener fármacos que puedan ser investigados como fármacos con potencial para ayudar a los fumadores a dejar de serlo”, concluye el ex presidente de SEPAR.

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