Tras conocerse el dictamen de la Comisión de Reconstrucción Social y Económica del Congreso de los Diputados, la Sociedad Española de Hematología y Hemoterapia y sus 22 grupos cooperativos han mostrado a través de un comunicado su “su profunda inquietud y preocupación por el contenido del dictamen de la Comisión para la Reconstrucción Social y Económica del Congreso de los Diputados respecto a las medidas de financiación de la investigación independiente y de la formación continuada de los profesionales, aspectos ambos esenciales para toda la medicina y fundamentales para una especialidad tan dinámica y cambiante como la nuestra”.
Sobre el polémico artículo 47.2 manifiestan que propone de forma expresa la “prohibición de estas actividades, directa o indirectamente financiadas por la industria”. Esta consideración supone, respecto a la investigación según explican, una contradicción directa con las más de 60 veces en las que la industria es mencionada favorablemente en el propio dictamen, incluyendo posiciones tan claras como la del punto 29: “Reforzar la colaboración público-privada con la industria farmacéutica biotecnológica y otras que ofrezcan soluciones basadas en evidencias científicas contrastadas”.
En lo referente a la formación médica continuada consideran que “supone alejarse de la práctica habitual en los países de la Unión Europea y, sobre todo, alejarse de la realidad de nuestro país. Como bien se sabe, la formación continuada es una obligación del Sistema Nacional de Salud que no ha podido ser cubierta por la Administración pública durante muchos años, básicamente por dificultades de financiación”.
“Ello se ha visto compensado, hasta ahora, por un gran esfuerzo de parte de los profesionales y por la financiación aportada por la industria. Gracias a ello se han podido celebrar multitud de cursos, reuniones y congresos en los que el profesorado no percibe ningún salario y los gastos son cubiertos, en gran parte, por los asistentes o por la inversión procedente de fuentes como la industria farmacéutica y biotecnología sanitaria; un sector que, como bien dice el dictamen, aporta un gran valor añadido a la riqueza del país, proporcionando empleo estable y de calidad, y un sector que tiene un Código de Buenas Prácticas en los máximos estándares de calidad”.
En lo referente a la formación médica continuada consideran que “supone alejarse de la práctica habitual en los países de la Unión Europea y, sobre todo, alejarse de la realidad de nuestro país"
“Entendemos que, de llevarse a cabo el espíritu del dictamen de la comisión, se producirá un enorme aumento de la inversión sanitaria en España, pero creemos que, aparte de otros destinos, la inversión en formación sanitaria debería dirigirse primero a solucionar otros problemas más graves para nuestro sistema sanitario, como mejorar la situación laboral de los médicos internos residentes y solucionar desafíos que aún no han sido abordados, como la creación del 5º año de formación MIR de varias especialidades, entre ellas la de Hematología y Hemoterapia”, por lo que consideran que “si el Sistema Nacional de Salud no es capaz de satisfacer las necesidades de formación inicial de las especialidades, difícilmente va a ser capaz de hacerlo con la formación continuada sin la ayuda de la industria biotecnológica”.
Destacan los estrictos códigos éticos con los que cuentan las sociedades científicas “que han llevado a la SEHH a desarrollar protocolos concretos de relación con la industria que son ejemplo de profesionalidad, compromiso, responsabilidad, independencia y transparencia”.
"Apelamos a la responsabilidad y buen criterio del actual ministro de Sanidad para que la aplicación futura del artículo 47.2 del dictamen de la Comisión para la Reconstrucción Social y Económica se haga contando con las sociedades científicas"
“Los grupos cooperativos son entidades sin ánimo de lucro que mejoran el interés por los pacientes, forman mejores profesionales y, sobre todo, desarrollan una investigación básica, traslacional y clínica que son esenciales para tener a la hematología española en los primeros puestos de la hematología internacional”.
En este sentido recalcan que sus investigadores no obtienen ningún económico participando en estos estudios y generan mucha información beneficiosa para los pacientes. “Baste señalar que los protocolos españoles en mieloma o leucemia promielocítica son seguidos por multitud de médicos en el mundo, y ello supone que han contribuido de forma directa a mejorar la supervivencia de estos pacientes, incluso a curar a muchos de ellos. La contribución de la SEHH y sus grupos cooperativos ha sido una pieza esencial para alcanzar el nivel de excelencia que tiene la hematología en España y, con ello, el beneficio para los pacientes con estas graves enfermedades”.
“Por todo ello, apelamos a la responsabilidad y buen criterio del actual ministro de Sanidad para que la aplicación futura del artículo 47.2 del dictamen de la Comisión para la Reconstrucción Social y Económica se haga contando con las sociedades científicas y de manera que no destruya la formación continuada con que contamos en la actualidad”, concluyen.