La globalización ha facilitado la adquisición de productos en mercados de diferentes continentes, y la importación directa de productos de origen extracomunitario a través de Internet se ha convertido en una práctica más frecuente en Europa. Sin embargo, la disparidad en las normativas de seguridad y calidad entre la Unión Europea (UE) y otras regiones del mundo genera preocupaciones legítimas.
Muchos de los productos, por no cumplir con los estándares europeos o con las condiciones de la puesta en servicio de productos cuya importación se escapa del control de los mecanismos europeos, pueden llegar a suponer un riesgo para la seguridad de los consumidores. Algunos de estos productos son los sistemas de retención infantil (SRI) en los vehículos.
Dra. María Jesús Esparza: “No se deben rebajar los estándares de seguridad, y sólo la normativa europea los garantiza”
Para la Dra. María Jesús Esparza, portavoz del Grupo Previnfad, es importante recordar que estos sistemas de retención tienen el objetivo de “salvaguardar la seguridad de los bebés, niños y niñas en los vehículos y evitar daños graves cuando se produce un accidente”. Por lo tanto, “no se deben rebajar los estándares de seguridad, y sólo la normativa europea los garantiza”, asegura.
Ante esto, la Alianza Española para la Seguridad Vial Infantil, AESVi, se ha propuesto analizar la situación concreta de los sistemas de retención infantil en vehículos. Así, ofrece un informe exacto, denominado “El peligro de los SRI adquiridos en plataformas de venta directa extracomunitarias”, sobre los riesgos reales que pueden suponer los dispositivos adquiridos en este tipo de portales para la seguridad de los niños.
Así, la Comisión de Investigación de AESVi ha realizado un estudio científico de investigación, liderado por expertos en seguridad infantil, como Juan J. Alba, profesor del Departamento de Ingeniería Mecánica de la Universidad de Zaragoza; Joan Forrellad, responsable del crash test de Jané España; y Javier Castillo, responsable de homologaciones de Casual Play.
Los resultados de los ensayos del estudio indican el peligro de los SRI adquiridos en plataformas de venta directa extracomunitaria. De los diez sistemas de retención infantil analizados, se observó que ninguno de ellos podría haber sido homologado en sus condiciones actuales. Esto se traduce en que ninguno era apto para su comercialización en Europa por graves incumplimientos, tanto normativos como técnicos.
Desde el punto de vista administrativo, ninguna muestra fue sometida a control aduanero, ninguna cumplía la legislación de consumo comunitaria y el 60% de las muestras carecían de homologación. Además, el 40% de las muestras respondían a publicidad engañosa. Por otro lado, desde el punto de vista técnico, ninguno de los dispositivos cumplía con los reglamentos de homologación de SRI, ni siquiera los que poseían etiqueta de homologación. El 70% de las muestras no superó el test dinámico.
AESVi y AEP: “La normativa común europea posee mecanismos para bloquear la entrada de productos extracomunitario sin seguros en nuestro mercado, pero es evidente que no se están aplicando”
Las conclusiones del estudio revelan que es necesario establecer mayores controles sobre el uso de los SRI. En concreto, se evidencia que no es suficiente con controlar que las familias cumplan los aspectos formales de la seguridad que afecta a sus hijos, sino que también es necesario conseguir que los SRI desarrollen su máximo potencial funcional.
Sin embargo, existen problemas que lo impiden. Por un lado, el mercado de segunda mano tiene deficiencias, y en él prolifera la compraventa de productos de seguridad infantil con un alto grado de deterioro. En este contexto, AESVi trabaja para conseguir que la Administración prohíba la venta de sistemas de retención infantil de segunda mano.
Por otro lado, AESVi alerta sobre unas plataformas de venta de productos procedentes de mercados extracomunitarios que introducen SRI que no se ajustan a los estándares de seguridad exigidos en la UE. Ambos problemas suponen un riesgo elevado para la seguridad vial infantil, pues las familias confían en dispositivos de seguridad cuyas funciones básicas pueden estar mermadas.
“La normativa común europea posee mecanismos para bloquear la entrada de productos extracomunitario sin seguros en nuestro mercado, pero es evidente que no se están aplicando”, apuntan desde AESVi y la AEP. Por todo ello, solicitan a los futuros líderes políticos de la Unión Europea que salgan elegidos en las próximas elecciones al Parlamento Europeo, la revisión de la actual política de control de compras online de importación directa, con el objetivo de evitar la adquisición de Sistemas de Retención Infantil fraudulentos, con posibles irregularidades y, además, garantizar la seguridad de los más pequeños.