La Organización Mundial de la Salud (OMS) define la actividad física como cualquier movimiento corporal producido por los músculos que produce un consumo de energía. Es cierto que existen diferentes niveles de actividad física en cuanto al esfuerzo y el tiempo que conlleva. Los expertos apoyan la idea de que cada caso es un mundo, pero siempre recomiendan realizar actividades físicas para gozar de buena salud.
El panorama actual favorece las conductas sedentarias, es decir, actividades diarias que no implican casi tener que moverse del sitio, como el uso del transporte motorizado, la utilización cada vez mayor de pantallas y el cambio de las actividades recreativas en la calle a las de casa. Todo ello provoca el aumento de peso, la pérdida de salud cardiometabólica, el empeoramiento de la calidad de sueño, el incremento de la mortalidad y la incidencia de enfermedades cardiovasculares, cáncer y diabetes de tipo 2.
El Ministerio de Sanidad ha actualizado recientemente las recomendaciones sobre actividad física y sedentarismo
Desde los gobiernos y las organizaciones tratan de advertir de los peligros que conlleva llevar una vida sedentaria y animan a la sociedad a llevar hábitos saludables. En el caso de España, el Ministerio de Sanidad ha actualizado recientemente las recomendaciones sobre actividad física y sedentarismo, un informe enmarcado en la Estrategia de Promoción de la Salud y Prevención en el SNS y centrado en las recomendaciones de la OMS, la Agencia de Salud Pública de Canadá, el Departamento de Salud de EEUU y el Sistema Nacional de Salud de Reino Unido, adaptados a las características de la población de España.
En cuanto a las novedades, responden a la actualización de las recomendaciones, acorde esta última a la nueva evidencia surgida y a la publicación de las directrices sobre actividad física tanto de la OMS como de otras instituciones internacionales. Además de las recomendaciones, también hacen mención a las diferentes medidas que han llevado a cabo varios ministerios del país en búsqueda de crear un entorno más favorable para olvidarse de la vida sedentaria.
IMPACTO MENTAL
Quedarse todo el día en el sofá o no subir nunca por las escaleras no sólo provoca consecuencias físicas, sino que va un paso más allá y puede afectar poco a poco a la salud mental. Juan Jesús Ruíz Martín, experto en psicología deportiva y miembro del Colegio Oficial de Psicólogos, divide en dos principales grupos las personas que pueden llevar una vida sedentaria: los que necesitan de un tercero para revertir esa situación, como son los niños y las personas mayores, y los que sí pueden hacerlo, pero no lo consiguen, los adultos. En referencia a los primeros, el psicólogo hace especial hincapié en el aumento de adicción a los videojuegos, redes sociales e internet que existe en la actualidad y que favorece las prácticas sedentarias.
“En algunos chicos y chicas enganchados a estas actividades se observa cómo se empiezan a aislar y a tener una vida más sedentaria que de alguna manera las personas que están cercanas a ellos intentan revertirlo, pero no pueden y se produce una falta de habilidades sociales”, apunta el psicólogo.
"Es muy importante ir desarrollando una serie de dinámicas en el día a día en entornos como el familiar o el laboral para llegar a edades avanzadas en un estado más saludable"
En cuanto a las personas mayores, siempre con especial atención en las enfermedades que puedan llegar a tener y que les incapacitan en ciertos casos, el psicólogo vuelve a resaltar las consecuencias físicas, mentales y sociales del sedentarismo. Por lo tanto, a pesar de ser una situación diferente, siempre recomienda realizar la actividad física que pueda cada uno, tanto para prevenir las posibles enfermedades cardiovasculares, cáncer o diabetes, como para sentirse mejor mentalmente.
“Es cierto que por su edad es más probable que haya una enfermedad biológica, pero eso no quiere decir que tengan peor salud. Donde tenemos peor salud es cuando se da la circunstancia de que el equilibrio entre el bienestar físico, mental y social no se produce y para ello mantenerse activo es clave”, recalca Juan Jesús Ruiz.
Respecto a las personas adultas, en general, sí que pueden hacer frente al sedentarismo sin la necesidad de otros. Para el experto es muy importante ir desarrollando una serie de dinámicasen el día a día en entornos como el familiar o el laboral para llegar a edades avanzadas en un estado más saludable.
“La idea es que no hayamos focalizado toda nuestra energía diaria y toda nuestra actividad en estar sentado delante de un ordenador trabajando, sino que hayamos conseguido mantener una actividad física en cada una de estas esferas. Esto sería clave para conseguir beneficios durante toda nuestra vida adulta y que cuando seamos mayores encontremos también un resultado positivo”, concluye Juan Jesús Ruiz.