A pesar de las preocupantes y ascendentes cifras de personas que cada año son diagnosticadas de diabetes, y de las nefastas complicaciones que se asocian con esta enfermedad y las enormes repercusiones socioeconómicas que plantea, la diabetes sigue teniendo una escasa visibilidad social y subsiste una alta tasa de infradiagnóstico.
Sobre esta problemática gira el Día Mundial de la Diabetes (DMD), que anualmente convoca la International Diabetes Federation (IDF) el 14 de noviembre, y que apoya desde nuestro país la Sociedad Española de Diabetes (SED) y su Fundación (FSED). Este año se celebra bajo el lema "Si ahora no, ¿cuándo?", incidiendo en el acceso a los cuidados de la diabetes. Según reclama la doctora Sonia Gaztambide, presidenta de la Fundación SED, "es el momento de la verdad para los gobiernos, que deben favorecer la equidad en el acceso al tratamiento, es decir, educación, fármacos, calidad en la atención,...para lo que se requieren más medios".
Aun siendo una enfermedad muy prevalente, tal y como denuncia el doctor Antonio Pérez Pérez, presidente de la SED, “existe un 43% de casos que no están diagnosticados, un 40-50% de pacientes no alcanzan los objetivos de control y muchas personas con diabetes tipo 2 no tienen acceso a una educación adecuada que les permita gestionar su enfermedad”. En este escenario, tal y como solicita, “es esencial una reactivación y transformación progresivas del sistema sanitario que permita la aplicación del modelo de atención a la cronicidad de forma eficiente, incorporando al paciente como elemento central activo y la coordinación entre niveles asistenciales en el desarrollo del tratamiento y seguimiento de la persona con diabetes”.
La SED, su Fundación y la Federación Española de Diabetes reclaman un acceso mayor y equitativo a los recursos terapéuticos
Y es que, un siglo después del descubrimiento de la insulina, y a pesar de la imparable incorporación de otros componentes fundamentales en los cuidados de la diabetes, muchos de estos recursos siguen estando fuera del alcance de millones de personas que los necesitan. El problema es especialmente frecuente y dramático en los países menos desarrollados, pero también en España se advierten algunas limitaciones significativas en el acceso a los recursos indispensables y más innovadores para hacer frente a la diabetes. “Aunque no tenemos los problemas de accesibilidad tan graves como en países menos desarrollados, aún así en España sigue habiendo desigualdades en la atención: la principal es el acceso a la educación en diabetes, atención al pie diabético, hospitales de día,…”, afirma la doctora Gaztambide.
Sin tratamiento ni apoyo suficiente, las personas con diabetes corren el riesgo de sufrir complicaciones graves y potencialmente mortales, como el infarto de miocardio, el accidente cerebrovascular, la insuficiencia renal, la pérdida de visión o la amputación de los miembros inferiores.
Actualmente se identifican importantes desigualdades en el acceso a los recursos frente a la diabetes dentro de España. Desafortunadamente, asegura el presidente de la SED, “los recursos profesionales y el grado de acceso a determinados recursos asistenciales y novedades terapéuticas es heterogéneo entre CC.AA., y también entre centros y áreas sanitarias dentro de la misma comunidad o localidad”. Desde la Federación Española de Diabetes (FEDE) se subraya también este problema, puesto que “en nuestro país no hemos conseguido un acceso equitativo a los recursos para combatir la diabetes”, señala su presidente, Juan Francisco Perán.
PANDEMIA DE COVID, "LA PUNTILLA"
Esta anómala situación no ha hecho más que empeorar con la pandemia de Covid-19. Su impacto en la atención de las personas con diabetes, como en otras enfermedades crónicas, es enorme y supuso la paralización o reducción drástica de tres de los aspectos fundamentales de la atención diabetológica: visitas médicas y de enfermería, educación diabetológica y realización de analíticas y exploraciones en los centros sanitarios. Como confiesa el doctor Antonio Pérez, “durante la pandemia la mayoría de personas con diabetes, especialmente aquellas con DM2, estuvieron desatendidas”. Sin embargo, como aspecto positivo, la doctora Sonia Gaztambide destaca que “la telemedicinaha ocupado un lugar importante durante la pandemia y ha venido para quedarse".
En esta línea, existen motivos para el optimismo. Como asegura el presidente de la SED asegura este experto, por la presencia de estudios que avalan la importancia de una terapia intensiva desde el comienzo de la enfermedad y en diferentes etapas evolutivas, y la innovación relacionada con nuevas terapias más eficaces y seguras, sistemas de monitorización de la glucemia incruentos y que ofrecen mayor información, y el desarrollo tecnológico que facilita la comunicación y evaluación de la atención.