Los expertos atienden a unas señales frecuentes que suelen dar la voz de alarma sobre la posibilidad de que una persona padezca apnea del sueño. El cansancio nada más levantarse por la mañana, la somnolencia ocasional durante el día, así como los ronquidos e interrupciones de la respiración mientras duerme, son habituales en estos casos.
En la página web informativa sobre apnea del sueño de Air Liquide Healthcare se especifican dos pruebas específicas para diagnosticar este síndrome. Son realizadas por los especialistas, expertos en el sueño como neumólogos, neurólogos y neurofisiólogos, entre otros.
La poligrafía respiratoria es la primera prueba del sueño, realizada en casa o en un hospital bajo prescripción médica, y analiza la respiración y el corazón
Una de ellas es la poligrafía respiratoria, la primera prueba del sueño, realizada en casa o en un hospital bajo prescripción médica, que analiza la respiración y el corazón. Mediante electrodos colocados en el abdomen, el tórax, la base del cuello, debajo de la nariz y en el dedo índice, el médico especialista podrá determinar el número de veces que se produce apnea o hipopnea por hora, la capacidad pulmonar o el nivel de oxígeno en la sangre, entre otros indicadores. Esta primera prueba clínica puede ser suficiente para diagnosticar la apnea del sueño.
Por otro lado, se encuentra la polisomnografía, la segunda prueba del sueño que es más completa y precisa que la anterior. Realizado en el hogar o en un hospital bajo prescripción médica, este análisis analiza los indicadores del polígrafo respiratorio descritos anteriormente, además de las etapas del sueño y los diversos aspectos de la actividad muscular y cerebral: actividad de las ondas cerebrales registrada durante las diferentes etapas del sueño, número de microdespertares, el movimiento de las piernas, la temperatura corporal, etcétera. Esta segunda prueba es indispensable si el sueño es interrumpido por numerosos microdespertares o si el especialista sospecha que existe un problema más complejo que combina múltiples trastornos del sueño.
A continuación, el médico especialista imprime un hipnograma (análisis de las etapas del sueño) y emite un diagnóstico al paciente y un tratamiento.