SARMS y anabolizantes: los efectos secundarios del culto al cuerpo para la salud

Los anabolizantes son medicamentos que pueden acarrear efectos secundarios si se consumen sin seguimiento médico, como problemas cardiovasculares o de fertilidad

SARMS y anabolizantes (Foto: Freepik)
SARMS y anabolizantes (Foto: Freepik)
Carmen Bonilla
29 mayo 2023 | 00:00 h

El uso de anabolizantes por parte de deportistas y culturistas está extendido desde hace muchos años. Estas sustancias potencialmente peligrosas facilitan aumentar el músculo y, por consiguiente, la fuerza, por lo que las personas vinculadas al mundo del deporte y el culto al cuerpo pueden tener la tentación de caer en ellas. De este modo, la demanda hace que cada vez se ideen nuevos métodos para conseguir los mejores resultados en el menor tiempo posible. Es en este contexto en el que se popularizan los Moduladores Selectivos de los Receptores de Andrógenos (SARMS por sus siglas en inglés).

Los esteroides anabólicos androgénicos o anabolizantes son derivados sintéticos de la testosterona, que provocan el crecimiento del músculo esquelético y el desarrollo de características sexuales masculinas.

Debido a esto, suelen emplearse para incrementar el rendimiento deportivo o para mejorar la apariencia física en actividades como el culturismo. Sin embargo, se trata de compuestos que también cuentan con usos terapéuticos, por lo que su correcto empleo se centraría en tratamientos de diferentes enfermedades, como pueden ser la osteoporosis, anemia aplásica, carcinoma de mama, quemaduras, lesiones en el miocardio, hipogonadismo o sarcopenia, entre otras.

Al tratarse de un producto terapéutico, la única vía legal de adquirir anabolizantes o similares, como andrógenos y alcaloides del opio, es hacerlo en una farmacia y con receta médica. Además, debido al interés que suscitan estos medicamentos, suelen ir acompañados de seguimientos especiales para evitar su uso indebido.

Al tratarse de un producto terapéutico, la única vía legal de adquirir anabolizantes o similares, como andrógenos y alcaloides del opio, es hacerlo en una farmacia y con receta médica

Sin embargo, muchas personas los adquieren debido a que se comercializan de forma ilegal, en muchas ocasiones vendidos por los propios deportistas o los entrenadores y personas vinculadas al mundo del deporte. A ellos se suman también las redes de tráfico de drogas que los venden con fines únicamente lucrativos.

Aunque pueda resultar sencilla su adquisición, consumir anabolizantes sin control médico puede acarrear efectos secundarios que, a largo plazo, pueden desembocar en enfermedades o, incluso, la muerte. “Son tóxicos para nuestro organismo: incrementan el cáncer hepático, tienen efectos cardiovasculares perniciosos, afectan a los órganos reproductivos, provocan cambios de humor y pueden llevar a insuficiencia renal”, explica el Dr. Miguel del Valle Soto, especialista en Medicina de la Educación Física y el Deporte y presidente de la Sociedad Española de Medicina del Deporte (SEMED).

A esto se le añaden los efectos secundarios en función del género de la persona que los consume, de forma que los hombres pueden sufrir esterilidad, ginecomastia o hipertrofia prostática; mientras que las mujeres pueden padecer amenorrea, hirsutismo y otros efectos masculinizantes.

MODULADORES SELECTIVOS DE LOS RECEPTORES DE ANDRÓGENOS

En el contexto de esta forma de dopaje es en el que en los últimos años han ido cogiendo fuerza los Moduladores Selectivos de los Receptores de Andrógenos o SARMS por sus siglas en inglés. Se trata de sustancias que actúan de manera selectiva modulando los receptores de los andrógenos del organismo. Esta unión produce un aumento del músculo. De este modo, tienen un funcionamiento similar al de los anabolizantes, con la diferencia de que son más selectivos por los receptores androgénicos.

A corto plazo, en la actualidad no existen evidencias científicas de que provoquen daños orgánicos importantes, aunque esto no garantiza su seguridad. “Simplemente, por los efectos anabólicos que provocan, no se puede decir que sean seguros”, comenta el Dr. Del Valle Soto.

Dr. Del Valle Soto: “Los controles antidopaje deberían de incrementarse fuera de las competiciones y extenderse a todos los niveles”

Así, a largo plazo pueden tener efectos adversos que afecten al sistema cardiovascular, efectos endocrinos, hepáticos, renales e incluso neuropsiquiátricos. Sin embargo, el experto explica que “existen pocos estudios sobre este tema, especialmente cuando se utilizan a dosis altas”.

Su distribución y venta no está autorizada en España, pues son medicamentos en experimentación. Aún así, en Internet hay gran cantidad de páginas web en las que se pueden adquirir SARMS, siendo esta la principar forma en la que los usuarios compran el producto.

La numerosa lista de efectos secundarios que pueden derivar del uso de estos métodos dopantes refleja la importancia de combatir su uso. Para luchar contra el consumo de anabolizantes y SARMS, es esencial la educación desde edades tempranas, inculcada desde el entorno familiar o escolar, así como desde clubes deportivos. Desde estos se debe enseñar conductas éticas en el deporte.

Por otro lado, los controles antidopaje son fundamentales. “Deberían de incrementarse fuera de las competiciones y extenderse a todos los niveles”, añade el presidente de SEMED. Además, el experto añade que los organismos deportivos deberían implicarse más.

Finalmente, se debe poner el foco también en poner fin a las vías de distribución, acabando con aquellas personas que trafican con estas sustancias con la única finalidad de lucrarse.

Los contenidos de ConSalud están elaborados por periodistas especializados en salud y avalados por un comité de expertos de primer nivel. No obstante, recomendamos al lector que cualquier duda relacionada con la salud sea consultada con un profesional del ámbito sanitario.
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