La crisis en Venezuela continúa salpicando al sector sanitario. De hecho, los profesionales de la salud llevan diez días protestando por la mejora de sus salarios y mayores dotaciones en los hospitales públicos del país latinoamericano. Esta semana han tenido lugar nuevas manifestaciones por las calles de Caracas al grito de “señor presidente, a usted lo invitamos a que viva un mes con el sueldo que ganamos”.
De este modo, los sanitarios plantan cara a las políticas del Gobierno de Nicolás Maduro. Sostienen que amenaza la sanidad pública de Venezuela con el consecuente daño para las profesiones sanitarias y para los pacientes y la atención que reciben en los centros de salud del país.
“Son parte de la sumatoria de todas las calamidades que nos ahogan, prácticamente de una manera irreversible, como son la desidia, la negligencia y la incapacidad en la toma de decisiones"
Todo ello se suma a la escasez de medicamentos que complica aún más la situación en Venezuela. Recientemente, tras la reelección de Maduro, la Federación Farmacéutica Venezolana (Fefarven) emitió un comunicado con el que alertaba de “la cantidad de muertes que han ocurrido en el país de forma pasiva, inesperada para muchos pacientes, motivada por la escasez de los requerimientos mínimos para salvaguardar la vida y salud de los venezolanos”.
El escrito continúa con la afirmación de que estos fallecimientos “son parte de la sumatoria de todas las calamidades que nos ahogan, prácticamente de una manera irreversible, como son la desidia, la negligencia y la incapacidad en la toma de decisiones para revertir tan sombría situación”.