Ante la llegada del verano y las salidas masivas a destinos extranjeros, la atención al viajero desarrolla un papel fundamental en la seguridad y el bienestar de las personas. La vacunación, las recomendaciones de salud, la atención médica y la concienciación son aspectos fundamentales para mantener la seguridad en los viajes internacionales.
Para solventar los problemas que puedan derivar a un contagio por enfermedad infecciosa, la medicina del viajero cumple un papel fundamental en la sociedad. Además, es importante conocer de primera mano cuáles son los países afectados y cómo se encuentra en la actualidad el mapa de infecciones para un control previo a cualquier viaje internacional.
La doctora Francesca Norman, del servicio de Enfermedades Infecciosas del Hospital Universitario Ramón y Cajal de Madrid, ha explicado a ConSalud.es cómo influyen determinados factores en la distribución geográfica de las infecciones. “La epidemiología de las enfermedades infecciosas depende de muchos factores como pueden ser los factores medioambientales, la presencia/ausencia de un vector competente o las medidas de salud pública disponibles en una determinada zona geográfica. Por lo tanto, algunas enfermedades emergentes han cambiado su distribución geográfica en los últimos años”.
“Incluyen las infecciones gastrointestinales, los cuadros respiratorios, incluso aquellos producidos por virus y bacterias comunes, los cuadros febriles, relativos a la malaria, la arbovirosis y la rickettsiosis, entre otros, y la patología cutánea”
Además, ha insistido en que las enfermedades importadas en España más recurrentes “incluyen las infecciones gastrointestinales, los cuadros respiratorios, incluso aquellos producidos por virus y bacterias comunes, los cuadros febriles, relativos a la malaria, la arbovirosis y la rickettsiosis, entre otros, y la patología cutánea”.
En el contagio mediante vectores o insectos que transmiten enfermedades infecciosas, la Organización Mundial de la Salud (OMS) señala la importancia de permanecer en centros urbanos en los viajes internacionales. Además, instalarse en habitaciones con aire acondicionado reduce la posibilidad de infección mediante estos insectos. Al mismo tiempo, la OMS recomienda un consumo controlado de determinados alimentos, bebidas o evitar el contacto con “las aguas recreativas contaminadas”.
VACUNACIÓN OBLIGATORIA Y RECOMENDADA
Es muy importante conocer los plazos de vacunación del país de destino para disponer de una protección segura previa al traslado internacional. “Generalmente, se recomienda planificar los viajes internacionales con 1-2 meses de antelación” aconseja la Dra. Norman, una tarea necesaria para tener un margen de acción y prevención ante la normativa de vacunación del país de destino.
El Ministerio de Sanidad, por su parte, recomienda al viajero visitar el centro especializado de 4 a 8 semanas antes del viaje y con un tiempo de antelación más amplio si el traslado fuese de larga duración. Además, pide una especial atención a ciertos grupos de la población como bebés, mujeres embarazadas, ancianos o minusválidos.
Los repelentes de insectos, las mosquiteras o los sprays en aerosol pueden resultar eficaces para prevenir determinadas picaduras o repeler ciertos insectos. No obstante, estos productos no evitarán en su totalidad el ataque de cualquiera de los vectores productores de determinadas enfermedades. Por esta razón, la vacunación es el sistema esencial para la prevención de cualquier enfermedad contraída mediante insectos.
Los Centros de Vacunación Internacional son los encargados de administrar las vacunas, autorizados por la OMS
La vacunación para viajeros internacionales, de España a otros países, está regida en el reglamento internacional y es exigida en numerosos países de visita. Los Centros de Vacunación Internacional son los encargados de administrar las vacunas, autorizados por la OMS.
La vacunación recomendada, según el Ministerio de Sanidad, se establece dentro de dos continentes: África y América, principalmente. En el mapa de vacunación elaborado en 2015 por la OMS, la vacunación recomendada prevalece en el oeste de África, en países como Guinea o Nigeria. Este método previene de las picaduras de otros mosquitos, pero también de un posible contagio por fiebre amarilla, concretamente. En América, por su parte, pocos países se encuentran vinculados a una vacunación obligatoria o recomendada. No obstante, en Brasil en su totalidad, se estableció en 2013 una vacunación recomendada contra la fiebre amarilla.
Las recomendaciones pre-viaje, asegura Norman, “deben ser individualizadas dependiendo de las características del viajero y del viaje. Para algunos destinos se debe valorar la indicación de profilaxis frente a la malaria. Además se recomienda aconsejar al viajero acerca de las medidas para prevenir las infecciones de transmisión por agua o alimentos, las medidas para prevenir las picaduras de artrópodos como los repelentes, y los métodos para evitar las infecciones de transmisión parenteral/sexual”.
DOCUMENTACIÓN IMPRESCINDIBLE
Además de toda la documentación personal relativa a cada viajero de manera individual, el Ministerio insiste en el seguro general de viajes para “declarar cualquier condición de salud subyacente”. Dentro de esta documentación destaca el seguro médico especial para destinos con riesgos sanitarios y “la información sobre los posibles convenios recíprocos” señala Sanidad.
Entre las medidas necesarias o de obligado cumplimiento está la documentación para viajeros con enfermedades crónicas. Deberán llevar todos los datos de contacto junto con otros documentos de viaje, así como la “información sobre su situación médica y tratamiento”. Además, por seguridad, mantener esta información en documentos electrónicos ayudará al viajero a llevar un resguardo en caso de pérdida de los escritos pertinentes.
OTROS RIESGOS SANITARIOS
Entre las recomendaciones sanitarias, el Ministerio incluye un listado de riesgos medioambientales a tener en cuenta por parte del viajero. La altitud del país de destino, los cambios de temperatura, la radiación ultravioleta o las reacciones cutáneas adversas son algunos de los problemas que pueden implicar riesgo en la salud del viajero.
Finalmente, en el caso de viajes a altitudes elevadas “solo están contraindicados en algunas afecciones, como personas con EPOC, enfermedades coronarias, hipertensión, asma o diabetes”, según las medidas generales de la Dirección general de salud pública, calidad e innovación. Las mujeres embarazadas no poseen riesgo ante altitudes desmesuradas, no obstante, es necesario llevar un seguimiento ante problemas repentinos.