El proceso de ser madre no es nada fácil. La mujer atraviesa una serie de cambios fisiológicos y vitales que pueden predisponer al aumento de la vulnerabilidad psíquica. Así, en uno de cada cuatro casos termina por desarrollar algún tipo de trastorno mental, ya sea en la propia concepción, el embarazo o el posparto, como ansiedad o depresión. Los especialistas en salud mental perinatal son quienes ayudan a estas madres a poder superar estas dificultades emocionales y psíquicas. A través de una abordaje integral, donde se opta por el tratamiento farmacológico como última opción.
La psiquiatra Elena Serrano, especialista en salud mental perinatal del Hospital Ruber Internacional Paseo de la Habana, explica que este tipo de trastornos pueden ocurrirle a cualquier mujer, sin importar su cultura o etnia. Entre los diferentes problemas a desarrollar, “lo más conocido es la depresión posparto, pero pueden aparecer otros como el trastorno obsesivo-compulsivo, el trastorno bipolar, incluso (aunque es muy infrecuente) cuadros graves como la psicosis postparto”, indica.
Las dificultades e incertidumbres propias de la pandemia de Covid-19 no han hecho más que agravar este problema. Según informa la especialista, hay estudios a nivel mundial que notifican un 25% más de síntomas depresivos durante el embarazo, respecto al periodo prepandémico. Según detalla la psiquiatra, “ha habido un incremento de solicitud de ayuda durante este periodo, sobre todo a nivel de ansiedad”.
Una de cada cuatro mujeres desarrolla un trastorno mental durante el proceso de concepción, embarazo o posparto
Pero nos cuesta hablar de ello. Elena Serrano afirma que existen una serie de barreras para que las mujeres no lleguen a solicitar ayuda o no reciban la adecuada. Por un lado, la falta de conocimiento. “Es verdad que hay síntomas que se pueden normalizar como el insomnio en el embarazo, que es frecuente en el embarazo, pero si se mantiene en el tiempo puede dar problemas a nivel de equilibrio mental”, explica.
Otro aspecto fundamental es que, al tratarse de un periodo en el que se espera que uno esté especialmente feliz, “el presentar este tipo de síntomas, tener síntomas negativos acerca del embarazo, el posparto o incluso no poder vincularse bien con el bebé, se puede vivir con vergüenza o culpa”, precisa la especialista. Y es un error. Ya que, como señala la psiquiatra, no atender este tipo de trastornos, puede tener consecuencias importantes en el desarrollo emocional y cognitivo del bebé. “Solemos observar que durante el cuadro depresivo, la mujer deja de cuidarse, deja de comer bien…A veces aparece el abuso de sustancias para tratar el malestar emocional, la ansiedad o el insomnio que pueden tener consecuencias en la salud del bebé”, indica la clínico.
TRATAMIENTO A LA MEDIDA
Para diagnosticar y tratar este tipo de trastornos, desde el Hospital Ruber Internacional se lleva a cabo una entrevista inicial con la mujer y también con la pareja. De acuerdo con la especialista, a partir de ahí se lleva a cabo una evaluación diagnóstica y se plantea un tratamiento en función de las necesidades de cada mujer. “En algunos casos va a ser una terapia psicológica complementada con ejercicio físico u otro tipo de intervención para mejorar el estado de salud general y en otros casos sí que va a requerir un tipo de intervención más farmacológica", informa.
“Aunque en el contexto del embarazo siempre se va a favorecer alternativas no farmacológicas”, puntualiza la Elena Serrano. Quien reclama la necesidad de desestigmatizar la figura del psiquiatra: “En el contexto perinatal lo que se pretende es apoyar a las madres y al núcleo familiar para que puedan afrontar esos desafíos y tener una buena vivencia del embarazo y puedan cuidar y atender a su bebé como querrían”.