Salud mental, mujer y prisión: "Hay muchos menos recursos específicos para poder atenderlas"

Según el Dr. Antón Basanta, presidente de la Sociedad Española de Sanidad Penitenciaria, las mujeres en prisión tienen una probabilidad más alta,que las mujeres en libertad y que los hombres en prisión, de sufrir un trastorno de salud mental

Mujer en prisión (Foto: Freepik)
Mujer en prisión (Foto: Freepik)

En los últimos años lostrastornos mentales han aumentando en la población en general. Sin embargo también es una realidad en una población muy específica como es la población penitenciaria, donde, hay evidencias que ponen de manifiesto la alta prevalencia de personas con enfermedad mental. No hay cifras oficiales y, por tanto, se desconoce el número exacto de casos así como de los trastornos mentales severos.

En el medio penitenciario, como en otros ámbitos de atención sociosanitaria, “hay menos recursos específicos para las mujeres que para los hombres. Los problemas son los mismos pero ampliados, porque hay muchos menos recursos para atenderlas”, explica el Dr. Joaquín Antón Basanta, presidente de la Sociedad Española de Sanidad Penitenciaria.

España tiene una de las proporciones más altas de encarcelamiento femenino de Europa. Las mujeres suponen el 7,5% de las personas internas en centros penitenciarios ordinarios. Asimismo, el Dr. Antón Basanta, detalla que “las mujeres en prisión tienen una probabilidad más alta que las mujeres en libertad y que los hombres en prisión de sufrir un trastorno de salud mental. Mientras están en prisión, las mujeres internas tienen cinco veces más probabilidades de experimentar problemas de salud mental que las mujeres de la población general en libertad”.

"El exceso de morbilidad psiquiátrica en el género femenino se debe fundamentalmente a la presencia significativamente más elevada de cuadros depresivos, ansiosos y fóbicos"

Es más, “el exceso de morbilidad psiquiátrica en el género femenino se debe fundamentalmente a la presencia significativamente más elevada de cuadrosdepresivos, ansiosos y fóbicos mientras que entre los hombres son más frecuentes los trastornos de personalidad y los derivados del consumo de alcohol y otras sustancias. Entre las mujeres en prisión, la tasa de prevalencia de enfermedades psicóticas se estima en 3,9%, de depresión mayor en 14,1%, trastorno por estrés postraumático en 21,1% y el abuso de drogas en 30% a 60%”.

En este contexto, el último informe de "Prevalencia de trastornos mentales en prisión", publicado por la Secretaría General de Instituciones Penitenciarias en, demuestra que el 70% de mujeres con problemas de salud mental en centros penitenciarios no están incluidas en programas concretos de tratamiento y recuperación.

Ismael Loinaz Calvo, Profesor de la Universidad de Barcelona de psicología y Criminología y profesional de Consejo General de Psicología, explica que en salud mental no se les aplica una atención sanitaria específica. Hay programas que se han ido incorporando con la intención de atender a la salud mental de las mujeres pero, "no es una atención especializada". A veces no hay opción de hacer programas específicos para ellas, "porque a lo mejor estás en un centro mixto y solo tienes a una paciente con un trastorno mental y no puedes crear un programa específico para esto".

Por su parte, el médico penitenciario cuenta que en nuestro país solo hay tres prisiones dedicadas exclusivamente a la mujer frente a 60 centros penitenciarios mixtos en el territorio español. Son igualmente "muy limitados" los recursos sanitarios destinados a atender los problemas de salud que son propios de la mujer, las necesidades particulares de su salud mental y rehabilitación y su reintegración social. "Por ejemplo, donde yo trabajo tenemos un módulo terapéutico en el que se atiende a los presidiarios, pero solo pueden estar hombres y no mujeres. Es decir, las mujeres tienen restringido esa capacidad de hacer este tipo de cosas. En las cárceles exclusivas de mujeres se hacen cosas, pero tampoco son muchos los recursos”, explica el profesional.

TRASTORNOS MÁS COMUNES

Loinaz ha trabajo en varias prisiones españolas y explica con detalle el proceso por el que pasa una mujer al entrar en un centro penitenciario. “Lo que sabemos es que las mujeres tienden a presentar muchos más problemas mentales que los hombres por la estancia en prisión. A nadie le gusta estar ahí pero, cuando entras pasas por un trastorno adaptativo. Es algo pasajero, pero puede generar insomnio o falta de apetito. También hay un bloque general en el que se ha relacionado con el brote de ansiedad y depresión. A esto hay que sumarle  que, en muchas ocasiones se suma a un trastorno mental con adicciones a algún tipo de droga”.

"Las personas del género femenino que acaban delinquiendo llegan a una situación de deterioro muy considerable de su salud mental"

Referente a esto, el Dr. Antón Basanta detalla que las personas del género femenino que acaban delinquiendo llegan a una situación de "deterioro muy considerable de su salud mental", con alta dependencia del consumo de sustancias, con soporte social inexistente o completamente "anómalo y disfuncional" y, en consecuencia, tienen menos oportunidades para un "abordaje psiquiátrico exitoso, de reinserción social, incluso de reinserción laboral o de retorno a su domicilio”.

En otras ocasiones, las mujeres llegan a las cárceles con traumas ya sufridos y que necesitan, de nuevo, una atención especial pero no se les puede dar.  “Si tu entras a una prisión normal con traumas y no a uno en el que haya unidades psiquiátricas, no es posible que le traten de la forma que corresponde. En algunos casos se ofrece una visita ambulatoria en la que el psicólogo te vea de vez en cuando y puede llegar recetarte ansiolíticos o antipsicóticos, pero una pastilla no te resuelve los traumas que has tenido en tu vida o te va a ayudar a superar la depresión pero cuando vuelves a tu entorno vuelves a revivir el problema".

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