La Organización Mundial de la Salud (OMS) celebra, cada 7 de abril desde el año 1950, el Día Mundial de la Salud. Con él, tratan de reivindicar este derecho básico y universal para la población de todo el planeta, que, al contrario de lo que pueda parecer en su concepción general, no se limita solo a curar la enfermedad. De hecho, recuerda la propia OMS, la salud es un “estado de completo bienestar físico, mental y social, y no solamente la ausencia de afecciones o enfermedades”. Y, claro está, para llegar a este estado de bienestar total, la clave está en llevar un estilo de vida, valga la redundancia, lo más saludable posible.
En él influyen muchos determinantes. Así lo ha manifestado en reiteradas ocasiones la ministra de Sanidad, Mónica García, defendiendo la importancia de los conocidos como “determinantes sociales” a la hora de abordar los problemas de salud de la población. Vivienda, precariedad laboral, causas “cotidianas”… son algunos de los citados por García y que afectan, en primera instancia, a la salud mental. Así, para promocionar la salud y prevenir futuras enfermedades, nuestro Sistema Nacional de Salud (SNS) cuenta, desde hace ya mucho tiempo, con la figura de la Medicina Preventiva.
“Los servicios de Medicina Preventiva hospitalarios tienen como objetivo principal tratar de conseguir la excelencia en la atención sanitaria que se ofrece al ciudadano"
Tal es su importancia, que prácticamente todos los grandes hospitales del SNS cuentan con un servicio de esta especialidad que se encarga de llevar a cabo acciones para preservar la salud, diagnosticar precozmente la enfermedad o reducir el número de intervenciones -que se pueden evitar- a sus pacientes. “Los servicios de Medicina Preventiva hospitalarios tienen como objetivo principal tratar de conseguir la excelencia en la atención sanitaria que se ofrece al ciudadano, lo que guarda una íntima relación con las tareas de calidad y seguridad del paciente”, explicaba hace unos meses a ConSalud.es Antonio Pujol, especialista en formación en el Hospital Clínico San Carlos de Madrid.
“También se presta una importante contribución a la Salud Pública para la declaración de enfermedades”, añadía. Y el reto que tienen por delante no es cuestión baladí: según el último informe del Instituto Nacional de Estadística (INE) sobre condiciones de vida en España, los determinantes sociales de la salud, que, por ejemplo, según la Sociedad Española Interdisciplinaria del Sida (SEISIDA), afectan de forma más negativas a las personas con VIH, están en sus peores cifras de la serie histórica.
Por ejemplo, nunca había habido tanta gente que, desde que se registran datos, no se pudiese permitir una comida de carne, pollo o pescado al menos cada dos días. Así, en los últimos dos años, un 2% más de gente no tiene acceso a una alimentación saludable, porcentaje que en 2015 era de la mitad. De igual manera, en 2023 se alcanzó el máximo histórico de personas que no podían permitirse mantener una vivienda con la temperatura adecuada: un 20,7%. En 2022 era de un 17,1%, y en 2021, de un 14,3%.
"Aunque mucha gente no nos conozca, estamos ahí para mejorar la salud de todos, porque la mayor parte de nuestra salud no depende directamente del sistema sanitario"
También ha aumentado el porcentaje de población en riesgo de pobreza o de exclusión social hasta el 26,5%, desde el 26% de 2022. Y el de personas en situación de carencia material y social severa, del 7,7% al 9%. Por eso, el Día Mundial de la Salud de 2024 también se acuerda de las personas más desfavorecidas y recuerda la importancia del acceso a recursos básicos como agua potable, aire limpio, alimentación adecuada, vivienda digna, un entorno laboral seguro y condiciones ambientales saludables.
Para todo este trabajo en materia de promoción de la salud y prevención de las enfermedades, los especialistas en Medicina Preventiva y Salud Pública también realizan una labor muy importante de investigación. Tanta, que, apuntan a este medio desde la Asociación de Residentes de Medicina Preventiva y Salud Pública (ARES), la suya es la especialidad que más conocimiento sobre investigación refleja en las guías docentes de los distintos hospitales.
VIVIR MÁS, PERO PEOR
A pesar de todo el trabajo que realizan estos profesionales, que tienen además a miles de residentes MIR formándose como especialistas, las previsiones de futuro no son buenas. Además de los preocupantes datos de la encuesta del INE, diversos estudios alertan de que, aunque la población mundial cada vez vivirá más años, lo hará con peor salud, obligando a Medicina Preventiva y Salud Pública a trabajar cada vez más estrechamente con Geriatría. Es la conclusión a la que llegó en 2022 el estudio ‘El aumento de la longevidad en Europa: ¿Añadiendo años a la vida o vida a los años?’, publicado por el Centro de Estudios Demográficos (CED) de la UAB.
"Es necesario destinar cada vez más recursos para reducir la morbilidad, ya sea a través de campañas preventivas o de inversión en tratamientos e innovaciones tecnológicas"
Dicho estudio, que ha utilizado indicadores de 204 países y territorios desde 1990 hasta la actualidad, evidencia “empíricamente” que la proporción de esperanza de vida vivida en mala salud suele ser mayor entre las mujeres y tiende a incrementarse con el tiempo. “Todo ello sugiere la necesidad de destinar cada vez más recursos para reducir la morbilidad, ya sea a través de campañas preventivas que retrasen las edades de inicio de enfermedades o discapacidades (por ejemplo, promoviendo estilos de vida saludables y entornos socioeconómicos inclusivos y sostenibles) o a través de la inversión en tratamientos o innovaciones tecnológicas”, apunta Iñaki Permanyer, investigador del CED.
"La salud pública implica todos los esfuerzos que la Administración realiza para mejorar la salud poblacional. Aunque mucha gente no nos conozca, estamos ahí para mejorar la salud de todos, porque la mayor parte de nuestra salud no depende directamente del sistema sanitario, sino de otra serie de factores", recordaban a ConSalud.es desde ARES. Promoción de la salud, vigilancia epidemiológica, alertas sanitarias, sanidad exterior, administración sanitaria... son otros de los ámbitos de actuación de los preventivistas.