Salud comenzó el suministro de los nuevos medidores continuos de glucosa "tipo flash" a los menores de 18 años con diabetes en La Rioja. Es por ello que cerca de 90 riojanos de entre 4 y 17 años con diabetes tipo 1 evitarán entre seis y ocho pinchazos diarios debido a la utilización de estos medidores, los cuáles se componen de un sensor que se inserta debajo de la piel con una duración de 14 días, y un transmisor que envía la señal a un dispositivo receptor o monitor, que informa de la lectura realizada.
En el acto de presentación, llevado a cabo en el Hospital San Pedro de La Rioja, estuvieron presentes la consejera de Salud, María Martín, el director del Área de Salud, José Miguel Acítores, la directora de Enfermería de Atención Especializada, Yolanda Caro, las jefas de los servicios de Endocrinología y de Pediatría, María Ángeles Martínez de Salinas y Yolanda Ruiz del Prado, respectivamente y la enfermera educadora, Feli Martínez. Todos ellos pudieron conocer a la primera paciente riojana que ha recibido este sensor dentro de la comunidad.
Se prevé que la incorporación de dicho sistema de monitorización sea progresivo tras realizarse la formación y controles necesarios que garanticen la seguridad de los menores
Martín destacó que “de forma rápida, sencilla e indolora logramos, gracias a estos nuevos dispositivos, vigilar la enfermedad, a cualquier hora del día, y prescindir de pinchazos en el dedo para el control en sangre lo que repercute de forma muy beneficiosa en la calidad de vida y la seguridad del paciente”. Además, todos los datos registrados en el monitor podrán ser descargados en el ordenador resultando de gran utilidad para el paciente y los profesionales que le atienden.
En La Rioja, los servicios de Pediatría y Endocrinología del Hospital San Pedro son los encargados de la coordinación de los sensores. El primero se encargará de los menores de 14 años y el segundo del tramo de edad comprendido entre los 14 y 17 años.
Se prevé que la incorporación de dicho sistema de monitorización sea progresiva tras realizarse la formación y controles necesarios que garanticen la seguridad de los menores.