Cada año unas 6.000 personas son diagnosticadas de linfoma en España, un tumor que se caracteriza generalmente por el aumento de tamaño de uno o varios ganglios linfáticos en algunas zonas del cuerpo como el cuello, las axilas o las ingles.
Un signo de alerta al que además se suman la aparición de fiebre, sudoración nocturna, cansancio inusual, pérdida de peso, problemas respiratorios, picores persistentes sin lesiones visibles, aumento del perímetro abdominal…síntomas que pueden llegar a confundirse con los de otras enfermedades. Por ello, desde el Sindicato de Técnicos de Enfermería (SAE) se han sumado al Día Mundial del Linfoma, de este 15 de septiembre, con la distribución de un cartel informativo en todos los hospitales y centros de salud españoles en el que recordamos a la población los principales signos de este tumor, concienciándola sobre la urgencia de acudir al especialista ante cualquier sospecha.
SAE destaca la necesidad de invertir en investigación para conseguir diagnósticos precisos y tratamientos más específicos en pacientes con linfoma
El SAE también hace hincapié en la necesidad de invertir en investigación y en profesionales bien cualificados para conseguir diagnósticos más exactos y tratamientos más específicos para cada paciente, lo que ayudaría a evitar las recaídas y mejoraría la cifra de mortalidad, que actualmente se sitúa en siete fallecidos por 100.000 habitantes.
“Existen más de 60 clases de linfoma, dependiendo del tipo de células inmunes afectadas, y conocer cuanto antes al que nos enfrentamos es importante para conseguir un tratamiento adecuado y evitar recaídas. El diagnóstico en las primeras fases puede ser difícil ya que los síntomas no son específicos, pero pueden orientar al médico y permitir un diagnóstico temprano, lo que, sin duda, mejorara el efecto de los tratamientos y el pronóstico de la enfermedad y, por lo tanto, la calidad de vida del paciente", explica Daniel Torres, secretario de acción social de SAE.
El secretario de SAE incide en que, para conseguir esto, "también es fundamental continuar invirtiendo en investigación, como la única herramienta que tenemos para conocer mejor los linfomas, su evolución, sus particularidades…ya que cuanto mejor los conozcamos, más capaces seremos de poder enfrentarnos a ellos y conseguir dominarlos de manera eficiente y eficaz”.