El cáncer de piel es una enfermedad cada vez más prevalente. Tanto, que España ha duplicado las tasas de incidencia del cáncer de piel en los últimas décadas y se diagnostican alrededor de 300 casos nuevos de melanoma cada mes. Ahora que llega el verano, y con él las escapadas a la playa y las tardes en la piscina, la Fundación Piel Sana de la Academia Española de Dermatología y Venereología (AEDV), ha aprovechado para insistir en la importancia del cuidado de la piel y, en especial, de la fotoprotección.
Y es que tanto la radiación ultravioleta UVB como la UVA "inducen daño en la piel, dando lugar a un proceso fisiopatológico que juega un papel importante en el desarrollo de cáncer de piel y en el envejecimiento prematuro". Es por ello que los expertos recuerdan la necesidad de "evitar la quemadura", una vez que el riesgo de desarrollar un melanoma en la edad adulta "se duplica si en la infancia o adolescencia se sufrieron quemaduras".
"Mediante una detección precoz, pueden reducirse las cifras de mortalidad de melanoma y de otros tipos de cáncer de piel, así como evitar casos de cáncer avanzado"
En palabras del director de la Fundación Piel Sana de la AEDV, el Dr. Agustín Buendía, "la prevención primaria, a través de hábitos saludables ante el sol, contribuye en la reducción de la incidencia del cáncer de piel, mientras que con prevención secundaria, mediante una detección precoz, pueden reducirse las cifras de mortalidad de melanoma y de otros tipos de cáncer de piel, así como evitar casos de cáncer avanzado". En esta línea, el dermatólogo apunta que recordar la importancia de la "establecer unos hábitos adecuados frente a la radiación solar para poder aprovechar sus beneficios y minimizar sus riesgos" es la clave.
En este contexto, los dermatólogos de la Fundación Piel Sana recomiendan seguir las siguientes pautas para disfrutar del sol con responsabilidad:
- Utilizar ropa de trama tupida, no elásticos, preferiblemente de algodón y color oscuro.
- Beneficiarse de otros complementos que actúen de barrera, como pueden ser las gorras, los sombreros de ala, los pañuelos o las gafas de sol.
- Evitar la exposición durante las horas centrales del día, es decir entre las 12 y las 16 horascon el objetivo de reducir la probabilidad de sufrir quemaduras.
- Hacer uso de las sombras: árboles, sombrillas, toldos, etc…
- Evitar quedarse dormido al sol.
- Es fundamental hidratarse por dentro (bebiendo al menos 1,5 litors de agua) y por fuera (aplicando crema hidratante tras la exposición solar).
- Aplicar un fotoprotector solar adecuado a cada tipo de piel y zona específica del cuerpo con un SPF igual o superior a 30 media hora antes de la exposición solar con la piel limpia y seca (sin olvidarse de los labios, las orejas, y el cuero cabelludo).
- Reaplicar el protector solar en abundancia y de manera uniforme cada dos horas o después del baño.
- Recurrir a nuestras nuevas herramientas para ayudarle a realizar su autoexploración mensual de la piel y aprender hábitos dermosaludables frente a los efectos dañinos del exceso de exposición solar. La app UV Derma es gratuita y está disponible para sistemas iOS y Android.
- Acudir al dermatólogo ante cualquier cambio percibido en la piel, se trate de una lesión nueva o antigua y con apariencia diferente a otras manchas. Además, se recomienda prestar atención a posibles cambios de forma o color, picores, escozor o dolor.