Las garrapatas son pequeños parásitos que, aunque a priori parecen insectos, al tener ocho patas son parientes de las arañas, y sus picaduras son peligrosas tanto en animales como en personas, llegando a provocar graves problemas de salud.
Durante el periodo estival, estas picaduras son mucho más frecuentes puesto que el metabolismo de las garrapatas se activa gracias al verano. Los expertos aseguran la gravedad puesto que las picaduras no suelen provocar dolor ya que inoculan con su saliva una sustancia anestésica y anticoagulante, por lo que no te das cuenta, hasta pasado un tiempo, que te ha picado.
Además, a partir de ese momento, la garrapata se alimenta de la sangre que necesite para su ciclo vital, y suelen buscar lugares húmedos, como las ingles, las nalgas, las axilas, el ombligo, la parte posterior de las piernas, las orejas y el cuero cabelludo.
Así lo explica el Dr. Julio Muñoz, médico preventivista del Hospital Vithas Valencia 9 de Octubre, "las picaduras de garrapata constituyen un motivo de consulta muy frecuente, sobre todo en la época estival. Extremar las precauciones en verano es fundamental, sobre todo porque aumentan las excursiones al campo, que es el lugar donde más abundan, ya que suelen vivir en zonas boscosas y hierbas altas".
La garrapata se alimenta de la sangre que necesite para su ciclo vital y suelen buscar lugares húmedos
Las picaduras no suelen ser peligrosas si se curan a tiempo, ya que alguno de los síntomas tempranos puede ser enrojecimiento y picor de la piel alrededor de la zona afectada, que incluso puede ir acompañada de una hinchazón de la zona o sarpullido. El problema, según el doctor, llega "en el momento que la persona a la que le ha picado empieza a tener síntomas como dolor en la zona de la picadura que no se reduce, fiebre, dolor muscular y dolor de cabeza, inflamación de los ganglios linfáticos o debilidad, por lo que debe ponerse en manos de un profesional médico cuanto antes".
Y aunque las picaduras de garrapata pueden ser asintomáticas, también pueden ser portadoras de otras enfermedades. "En raras ocasiones, -continúa el doctor-, pueden ser portadoras de la fiebre botonosa mediterránea provocada por una bacteria llamada Rickettsia Conorii, que se encuentra en un 20% de las garrapatas. Entre los síntomas más habituales se encuentran la fiebre y la aparición de un punto negro característico en la zona donde picó la garrapata”.
Otra de las enfermedades que pueden transmitir es la enfermedad de Lyme. “Es fácil confundirla con una gripe, ya que sus síntomas son muy similares. Otra de las señales es que tras la picadura aparece un sarpullido en la zona donde ha picado. Eso ocurre entre 3 y 30 horas después”, comenta el doctor Muñoz, quien afirma que “ambas enfermedades pueden resolverse sin dificultad con antibióticos si se cogen a tiempo”.
En los últimos años, han surgido otras enfermedades transmitidas por garrapatas que están cobrando importancia en España. “Entre ellas se encuentra la fiebre hemorrágica de Crimea-Congo. Esta enfermedad, aunque rara, es grave y puede causar fiebre alta, dolor muscular, mareos, rigidez, dolor de cuello, dolor de espalda, dolor de cabeza, irritación de los ojos y fotofobia. En los casos graves, puede llevar a hemorragias internas y externas”, comenta el especialista.
En los últimos años, han surgido otras enfermedades transmitidas por garrapatas que están cobrando importancia en España
El especialista de Vithas Valencia 9 de Octubre señala que “la globalización y el cambio climático están contribuyendo a la expansión de enfermedades que antes no se encontraban en nuestras latitudes. Las garrapatas, al igual que otros vectores, se están adaptando a nuevas áreas, lo que incrementa el riesgo de transmisión de enfermedades”.
El profesional recomienda revisar bien el cuerpo después de haber estado en el campo, especialmente si se ha estado entre la maleza. Además, es fundamental tomar precauciones al tener contacto con animales que puedan tener garrapatas. Si ya ha picado una garrapata, “se debe eliminar lo antes posible, pero sin tirar de ella ni rascarse. Tampoco se debe usar algodón empapado en alcohol, ni aceite ni vaselina. No presionarla para que no disperse su sangre y tampoco esperar a ver si se desprende sola”, agrega el doctor Muñoz, quien comenta que “se debe extraer cuidadosamente con pinzas de borde romo (para no seccionarla), cogiéndola lo más cerca posible de la cabeza. Así se evita que la boca del parásito quede adherida a la piel”.
También es importante tener en cuenta la vacunación si se va a viajar a países europeos donde la encefalitis transmitida por garrapatas es común, como Austria, Alemania y otros países de Europa Central y del Este. La vacunación puede prevenir esta enfermedad grave que afecta el sistema nervioso central. Consultar con un médico antes de viajar para recibir las vacunas necesarias es una medida preventiva esencial.