En muchas ocasiones los abortos de repetición, los fallos de implantación, que el embrión no llegue a estado de blastocisto o la no consecución de embarazos se deben a distintos fenómenos que afectan a la mujer: endometriosis, factores genéticos.. Aunque tal y como explica la doctora Yolanda Cabello, directora del Laboratorio de la URHA del complejo hospitalario Ruber Juan Bravo, en estos casos está indicado realizar, además de pruebas a la mujer, pruebas a los espermatozoides para ver si la cadena de ADN resulta fragmentada.
La fragmentación del ADN espermático puede ser de dos tipos: rotura de cadena sencilla y rotura de cadena doble. Las roturas de cadena sencilla del ADN espermático son producidas de forma extensiva y contribuyen a fallos de embarazo, mientras que las roturas de cadena doble están presentes en regiones específicas y aunque no impiden el embarazopueden implicar un mayor riesgo de aborto asociado a factor masculino. Además, los daños de doble cadena no son subsanables por el ovocito, por lo que ni siquiera un ovocito de donante lograría conseguir el embarazo.
La fragmentación del ADN espermático está presente en muchos abortos de repetición y fallos de implantación
Para solucionar estos problemas, la URHA del complejo hospitalario Ruber Juan Bravo ha puesto en marcha una técnica denominada Fertile, que consiste en chips microfluídicos de un solo uso para la selección de espermatozoides, que separan los espermatozoides sanos presentes en el semen y no requieren de ningún tratamiento previo delmismo.
Señala Cabello, “incluso en casos de fragmentación muy elevada gracias a esta técnica podrían reducirse al 50%, consiguiendo espermatozoides sanos para micro inyectar”.