Durante la vida, el ser humano somete a la columna vertebral a mucho estrés con movimientos de flexión, extensión, la teralización y rotación que afecta a las vertebras en zonas como la lumbar, constituidas porpor un cuerpo vertebral, unas carillas articulares, dos apófisis transversas, dos pedículos, dos láminas y una apófisis espinosa.
El movimiento y las fuerzas, "pueden generar enfermedades degenerativas como espondilolistesis, estenosis de canal, alteraciones discales (hernias, protusiones…), e hipertrofia articular y ligamentaria", explica el neurocirujano Francisco Villarejo, jefe de Servicio de Neurocirugía del Hospital La Luz. En el caso del dolor lumbar influyen "factores genéticos, anatómicos, fisiológicos, biomecánicos, inflamatorios e inmunes, entre otros", asegura.
Para el tratamiento de la lumbalgia se suele seguir la escala de analgesia recomendada por la Organización Mundial de la Salud (OMS), asociada a medidas conservadoras y tratamiento no invasivo. “Las técnicas manuales de manipulación como masajes, aplicación de frío y/o calor en la zona dolorosa o estimulación eléctrica nerviosa transcutánea”, indica Francisco Villarejo.
La rizólisis puede proporcionar en pacientes bien seleccionados una reducción del dolor lumbar de al menos el 50% durante más de 6 meses
También se utilizan técnicas intervencionistas como procedimientos percutáneos desde la infiltración o bloqueo facetario (consistente en la introducción de forma percutánea de una aguja fina para inyectar un anestésico y un corticoide en la zona lateral a la articulación) para utilizar la rizólisis o radiofrecuencia aplicada para la denervación facetaria. Este es "uno de los procedimientos recomendados para la lumbalgia”, asevera Villarejo.
La rizólisis elimina la transmisión nerviosa mediante radiofrecuencia controlada de un ramo nervioso. Como explica el neurocirujano, este sistema se basa en el principio básico de la creación de un espacio tridimensional (volumen) de calor, mediante impulsos electromagnéticos regulados, en amplitud, frecuencia e intensidad. “Dicho volumen de calor es utilizado para lesionar estructuras anatómicas sensibles a la temperatura alcanzada en el mismo, sin llegar a producir daño en otros tejidos que no sean el objetivo de la técnica”, explica.
Esta intervención tiene muy baja tasa de complicaciones y es fundamental seleccionar a los pacientes adecuados. Para ello se tendrá en cuenta la exploración clínica y los hallazgos en las pruebas de imagen. “Este procedimiento puede proporcionar en pacientes bien seleccionados una reducción del dolor lumbar de al menos el 50% durante más de 6 meses y en caso de buena respuesta clínica en la primera rizólisis, se puede repetir el procedimiento con excelentes resultados”, concluye el doctor.