La Organización Mundial de la Salud (OMS) alerta de que en 2020 se produjeron más de 1,5 millones de cánceres de piely más de 120.000 muertes debido a la exposición a la radiación ultravioleta (UV). Todos estamos expuestos a la radiación ultravioleta que, en pequeñas cantidades, es beneficiosa para nuestra salud ya que desempeñan un papel fundamental en la producción de vitamina D. sin embargo, una exposición excesiva se asocia con consecuencias negativas para la salud.
De acuerdo con los datos publicados recientemente por la OMS vemos que la radiación ultravioleta cubre el rango de longitud de onda de 100 a 400 nanómetros (nm), es decir, la frecuencia más alta y la longitud de onda más baja a la que la luz es visible. En este sentido cabe diferenciar tres bandas: UVA (315-400 nm), UVB (280-315 nm) y UVC (100-280 nm). Esta radiación puede proceder de fuentes naturales como el sol y de otras artificiales empleadas en diversas industrias.
Para comprender mejor su impacto en la salud, a medida que la luz solar penetra la atmósfera, toda la radiación UVC y alrededor del 90% de la radiación UVB es absorbida por el ozono, el vapor de agua, el oxígeno y el dióxido de carbono, por lo que la radiación ultravioleta que alcanza la superficie de la Tierra está compuesta en su mayoría por UVA y una pequeña porción de UVB.
La cantidad de radiación ultravioleta que recibimos se ve influida por factores como la altura del sol en el cielo, la latitud, la cubierta de nubes. La altitud, la reflexión del sueño y el grosor de la capa de ozono. Las reducciones que se están produciendo en la capa de ozono como consecuencia de la mano del hombre se traducen en un incremento de la cantidad de UVA y UVB que alcanzan la superficie de la Tierra.
EFECTOS NEGATIVOS MÁS ALLÁ DEL CÁNCER DE PIEL
Los efectos negativos para la salud de una elevada exposición a la radiación ultravioleta van mucho más allá del cáncer de piel. Se incluyen daños en el ADN, quemaduras solares, reacciones fototóxicas y fotoalérgicas y supresión del sistema inmunitario. Este último problema de salud se considera como un factor de riesgo de cáncer y puede ocasionar la reactivación de algunos virus como, por ejemplo, el del herpes labial.
En 2020 la exposición excesiva a la radiación ultravioleta provocó más de 1,2 millones de nuevos casos de carcinoma de células escamosas y carcinoma de células basales, más de 325.000 melanomas de piel, 64.000 muertes prematuras por no melanoma y 57.000 melanomas de piel
Entre los efectos crónicos en la piel y los labios por la exposición a los rayos ultravioletas destacan el melanoma cutáneo, el carcinoma de células escamosas, el carcinoma de células basales y envejecimiento prematuro de la piel. En 2020 la exposición excesiva a la radiación ultravioleta provocó más de 1,2 millones de nuevos casos de carcinoma de células escamosas y carcinoma de células basales, más de 325.000 melanomas de piel, 64.000 muertes prematuras por no melanoma y 57.000 melanomas de piel.
Además de la piel los ojos son otros de los grandes afectados por un exceso de radiación ultravioleta. Entre los efectos perjudiciales para la salud ocular encontramos fotoqueratitis y fotoconjuntivitis (inflamación de la córnea y la conjuntiva, respectivamente). Se trata de efectos reversibles que pueden ser prevenidos de forma sencilla mediante el uso de gafas protectoras y, por norma general, no se asocian con ningún daño a largo plazo. Esto no quita de que se trate de un problema de salud doloroso y que requiere de una intervención terapéutica.
Entre los efectos oculares de una elevada exposición a la radiación ultravioleta se encuentran además las cataratas, pterigión y el cáncer en y alrededor del ojo. Esta exposición también puede desencadenar una degeneración macular relacionada con la edad. La OMS estima a nivel global que 15 millones de personas están ciegas como consecuencia de cataratas y, aproximadamente el 10% están causadas por la exposición a los rayos ultravioletas.
Debido a la estructura de su piel y de sus ojos los niños y adolescentes se posicionan como grupos vulnerables a la radiación ultravioleta. Es muy importante ser conscientes de que las quemaduras solares que se producen en la infancia aumentan el riesgo de sufrir cáncer de piel en la edad adulta.
Es muy importante ser conscientes de que las quemaduras solares que se producen en la infancia aumentan el riesgo de sufrir cáncer de piel en la edad adulta
La radiación ultravioleta también afecta de forma preocupante a las personas con la piel más clara. Estas tienen un mayor riesgo de sufrir quemaduras solares. Sin embargo, las personas con la piel más oscura también tienen riesgo de desarrollar cáncer de piel. En ambos casos el riesgo de daño ocular como consecuencia de una elevada exposición a la radiación ultravioleta es elevado.
PREVENCIÓN DEL CÁNCER DE PIEL
La OMS incide en que el cáncer de piel es fácilmente prevenible, por lo que realiza las siguientes recomendaciones:
- Limitar el tiempo que estamos bajo el sol del mediodía.
- Buscar la sombra.
- Utilizar ropa que nos proteja.
- Utilizar sombreros de ala ancha que permitan la protección de los ojos, la cara, el cuello y las orejas.
- Utilizar gafas de sol estilo envolvente que brinden entre un 99-100% de protección frente a la radiación ultravioleta.
- El protector solar que utilicemos debe ser de amplio espectro en aquellas zonas que no estén cubiertas por la ropa. Nunca deben emplearse para prolongar el tiempo que permanecemos bajo el sol.
- Utilizar protector siempre que el índice ultravioleta sea 3 o superior.
- Evita el uso de productos de bronceado artificial.