El último informe sobre obesidad en la Región Europea de la Organización Mundial de la Salud (OMS) revelaba que el 20% de las españolas tiene obesidad en el momento de quedarse embarazadas. Partiendo de este dato y con el objetivo de determinar qué implicaciones tiene un elevado índice de masa corporal previo al embarazo y el riesgo de morbilidad y/o mortalidad, ponemos el foco en un estudio publicado por JAMA Network que ofrece algunas interesantes respuestas al respecto.
La obesidad, definida como un índice de masa corporal de 30 o superior, se erige como una de la principales comorbilidades obstétricas que afecta al 29% de las embarazadas. Las mujeres con obesidad tienen un mayor riesgo de desarrollar complicaciones durante el embarazo como diabetes gestacional, preeclampsia, hemorragia posparto, tromboembolismo venoso e infecciones, en comparación con aquellas que tienen un índice de masa corporal saludable (entre 18,5 y 24,9).
Para comprender los resultados que se exponen a continuación debemos tener en cuenta que la OMS define la mortalidad materna como aquellas muertes que se producen durante el embarazo o en los 42 días posteriores al parto. Una marco temporal que los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC, por sus siglas en inglés) amplía hasta los 365 días posteriores al parto.
Aunque la obesidad puede ser un factor de riesgo central y común subyacente a múltiples condiciones asociadas con una mayor predisposición de morbilidad y/o mortalidad, es poco probable que sea la causa directa de muerte materna en la mayoría de los casos, según la experiencia de los responsables de la investigación.
La obesidad, definida como un índice de masa corporal de 30 o superior, se erige como una de la principales comorbilidades obstétricas que afecta al 29% de las embarazadas
Un trabajo basado en una cohorte de 347.497 embarazos, con una edad materna media en el momento del parto de 25 años. Los datos proceden de 276.691 beneficiaros del sistema Medicaid en el periodo comprendido entre el 1 de enero de 2012 y el 31 de diciembre de 2017.
El índice de masa corporal materno previo al embarazo se clasificó como bajo peso (por debajo de 18,5), peso saludable (entre 18,5 y 24,9), sobrepeso (25-29,9), obesidad de tipo 1 (30-34,9), obesidad de tipo 2 (35-39,9) y obesidad de tipo 3 (por encima de 40). La prevalencia de la obesidad materna fue del 30,5%.
El resultado compuesto de morbilidad y/o mortalidad materna se produjo en el 5,3% de los embarazos. El sobrepeso y los niveles de obesidad tipo 1, 2 y 3 se han asociado con un riesgo más elevado de morbilidad y/o mortalidad durante el embarazo y hasta un año después del parto en comparación con un índice de masa corporal saludable.
Los autores del estudio añaden que se han observado hallazgos similares cuando el periodo de seguimiento fue únicamente en los 42 días posteriores al parto. Se detectó hipertensión en el 65,1% de los casos.
“Los resultados de estudio mostraron que la obesidad materna antes del embarazo se asocia con un riesgo elevado de morbilidad y/o mortalidad, lo que sugiere que una mejor prevención y tratamiento de los trastornos hipertensivos en el embarazo puede reducir la morbilidad y la mortalidad en mujeres con obesidad”, concluyen.