Las picaduras de mosquito, avispas u otros insectos aumentan en los meses de verano. La subida de las temperaturas y pasar tiempo al aire libre incrementa las posibilidades de estar en contacto conestos vectores. Sin embargo, pese a ser pequeñas lesiones recurrentes, las picaduras de insectos que presentan un aspecto diferente o localizadas en diferentes zonas del cuerpo pueden alarmar a los padres y madres de niños pequeños.
El doctor Roi Piñeiro Pérez, pediatra y coordinador del Comité de Medicamentos de la Asociación Española de Pediatría (AEP) ha explicado en una entrevista para ConSalud.es cómo actuar ante estas picaduras y cuáles son las excepciones en las que pueden ser una señal de alarma. Si se detecta una picadura en un niño pequeño, lo primero que se debe hacer es “ante todo, mantener la calma” asegura el doctor. “Los insectos siempre han estado ahí. Lo cierto es que en la actualidad suponen un motivo habitual de consulta, tanto en urgencias pediátrica como en el centro de salud”, ha añadido.
“Solicitar una atención sanitaria urgente solo será necesario en caso de desarrollar algunos signos o síntomas”
El pediatraha insistido en que, las picaduras de mosquito, no conllevan riesgos extremos en los niños que deban tratarse en consulta. Sin embargo, ha señalado que “a veces sí son necesarias y suponen una verdadera urgencia”, pero, de manera generalizada, las picaduras de estos insectos no necesitan de atención en centros sanitarios. “Solicitar una atención sanitaria urgente solo será necesario en caso de desarrollar algunos signos o síntomas”, ha asegurado.
“Lavar suavemente la zona de la picadura con agua y jabón y, posteriormente, aplicar frío local para evitar la inflamación” son los siguientes pasos que deben seguir los padres para controlar la zona afectada en el niño. Además, “evitar, en la medida de lo posible, que el niño se rasque” contribuirá a evitar posibles “sobreinfecciones bacterianas”, ha recalcado Piñeiro. Estos dos métodos podrían paliar, de manera general, las picaduras de vectores que no conllevan un riesgo asociado.
“A veces, la reacción a la saliva del mosquito o a los aguijones de los himenópteros puede ser algo más exagerada, con mayor inflamación y afectación de la piel”
Aunque el riesgo de infecciones o alergias es muy reducido, pueden darse reacciones más “exageradas” e incluso complicaciones más graves ante la picadura. “A veces, la reacción a la saliva del mosquito o a los aguijones de los himenópteros puede ser algo más exagerada, con mayor inflamación y afectación de la piel”, ha señalado el doctor. En estos casos, el uso de “antiinflamatorios y antihistamínicos”, recetados por el pediatra, puede mitigar la reacción, según ha informado el doctor.
Las complicaciones asociadas a reacciones alérgicas o sobreinfección bacteriana son las que deben preocupar a los padres de niños afectados por una picadura. Aunque la atención sanitaria generalmente no es necesaria, “lo lógico sería pedir ayuda profesional en caso de reacciones exageradas o alérgicas”, ha aseverado Piñeiro. Si el bebé es alérgico, “desarrollará síntomas a los pocos minutos de la picadura, como por ejemplo urticaria en la piel o dificultad respiratoria, existiendo tratamientos para evitar la progresión hacia un cuadro grave” ha destacado el pediatra.
En España, la exposición a insectos potencialmente peligrosos es muy reducida, lo que disminuye el riesgo de exponerse a picaduras más graves. “En España solo existen tres especies de araña con peligro potencial para el ser humano: la viuda negra, la araña marrón o de los rincones y la tarántula europea” asevera el pediatra, quien asegura que “hay que saber reconocerlas y también cómo actuar en caso de mordedura, porque en realidad las arañas muerden mediante sus quelíceros o mandíbulas, no pican”.
Existen algunas excepciones, como la de los menores de un año, si presentan “múltiples picaduras”, momento en el que “puede resultar conveniente una consulta pediátrica” ha asegurado Piñeiro. Asimismo, el doctor ha recalcado la existencia de algunas excepciones que pueden provocar reacciones adversas inesperadas. “Es raro, pero un enjambre de abejas, todas picando a la vez, pueden suponer suficiente veneno para matar a un bebé. Es una desgracia poco frecuente, pero ha ocurrido y está descrita en la literatura médica”, ha añadido.
LA PREVENCIÓN, EL MEJOR REPELENTE DE INSECTOS
El uso de repelentes está muy generalizado en la población para prevenir las picaduras de los mosquitos y otros vectores durante el verano. Sin embargo, existen usos específicos y algunos tratamientos son más efectivos que otros. “La N, N-Dietil-meta-toluamida, conocida como DEET, es el ingrediente más habitual de los repelentes químicos de insectos” ha informado el doctor Piñeiro. Sin embargo, el uso de repelentes debe ser controlado, con una concentración de menos de un 10% de este ingrediente, y una aplicación medida específicamente en “menores de dos años”. Además, la combinación con otros productos puede ser incompatible, como la aplicación de las cremas solares tras el uso del repelente, que puede reducir la efectividad de la DEET, según informa Piñeiro.
Existen otros repelentes, aunque el tiempo de protección puede ser menor, como en el caso del aceite de citronela
El aceite de citronela es uno de los repelentes naturales más utilizados, aunque, según informa Piñeiro, “el tiempo de protección es bastante menor que el de los repelentes químicos”. Sin embargo, el aceite de eucaliptus podría repeler a estos insectos hasta seis horas. Algunas técnicas como los dispositivos que emiten sonidos no han sido probadas para garantizar su eficacia frente a vectores.
No obstante, la prevención es el método más efectivo frente a las picaduras de insectos en niños pequeños en lugares como el campo. El doctor recomienda “alejarse del lugar de la picadura en la medida de lo posible” y evitar ahuyentarlas para que no se sientan amenazadas. Además, los niños deben visitar estos espacios siempre con calzado cerrado y evitar los colores y olores intensos, ya que pueden atraer más fácilmente a los himenópteros en particular. “En las piscinas o campos con flores, se debe evitar caminar descalzo y se recomienda sacudir la ropa que se haya dejado en el suelo antes de ponérsela”, ha concluido.