El hospital del grupo sanitario Ribera en Vigo, el Ribera Povisa, ha activado el protocolo para pacientes con sensibilidad química múltiple (SQM), que podrán realizarse una prueba de diagnóstico por imagen PET-TAC. Esto se hace con la finalidad de prevenir daños derivados de la exposición a productos desencadenantes de la sintomatología durante la atención en las instalaciones hospitalarias.
La sensibilidad química múltiple es un trastorno adquirido y crónico que se caracteriza por la pérdida progresiva de la tolerancia a productos químicos. Así, aparecen síntomas en respuesta a exposiciones en concentraciones que no se consideran tóxicas para la población general. Estos síntomas son muy amplios y variados, tanto en intensidad como en curso evolutivo.
El personal sanitario que atiende al afectado revisa el proceso de limpieza y esterilización tanto personal como de materiales y zonas de atención
Se trata de una patología cuyas causas se desconocen, lo que dificulta el desarrollo de tratamientos. Sin embargo, se sabe que es necesario reducir la exposición a sustancias químicas desencadenantes, por los efectos que producen en estas personas. Esta condición cuenta con una prevalencia estimada de entre el 0,2% y el 4%, con un claro predominio de mujeres entre las personas afectadas.
Los agentes que la causan van desde elementos ambientales, como las pinturas y el humo, pasando por plaguicidas y disolventes, detergentes, productos de limpieza, perfumes y fragancias, hasta el calor, alimentos, aditivos alimentarios, medicamentos, productos químicos como gases irritantes, hidrocarburos y otros.
El protocolo implementado por el centro Ribera Povisa se inicia en el momento en el que se pide la cita, pues el servicio prioriza esta solicitud para que sea atendida en el centro correspondiente en las primeras horas de la mañana o de la tarde, cuando hay menos afluencia de gente. Gracias a esto se minimiza la exposición e interacción del paciente en salas comunes de espera.
Por otro lado, el personal sanitario que atiende al afectado revisa el proceso de limpieza y esterilización tanto personal como de materiales y zonas de atención. Para ello se emplean productos específicos más tolerables para una persona con SQM. Además, los profesionales asistenciales cuidan al máximo sus medidas de higiene personal y en esa jornada no utilizan ningún producto cosmético o perfume.
Ceferino Gutiérrez: "Los profesionales que la atendieron utilizaron guantes de vinilo en lugar de látex y cuidaron que utilizase zonas independientes antes y después de la sesión”
Uno de los grandes beneficios de este protocolo es, de acuerdo con la directora de enfermería del hospital Ribera Povisa, Cristina Serra, “la seguridad y tranquilidad que se le da a la paciente que en los días previos a la cita pudo hablar con personal cualificado que respondió a todas sus preguntas e inquietudes sobre el procedimiento. De esta manera se reduce la carga de estrés que ya de por sí suponen este tipo de pruebas a los pacientes”.
Ejemplo de ello es el caso en el que el especialista en medicina nuclear de Ribera Povisa, Ceferino Gutiérrez Mendiguchia, estuvo en contacto constante con una paciente resolviendo sus dudas e instruyendo al personal del área. “Se cuidó especialmente la limpieza de la sala y el PET-TAC en la jornada previa para que todo quedase dispuesto para la atención a esta paciente que se realizó a primera hora de la mañana. Los profesionales que la atendieron utilizaron guantes de vinilo en lugar de látex y cuidaron que utilizase zonas independientes antes y después de la sesión”, explica el doctor.