Los síntomas que acompañan a la aparición de varices están muy relacionados con la actividad física. Por eso, el cirujano vascular y responsable de la consulta especializada del hospital Ribera IMSKE, el doctor Bader Al-Raies Bolaños, recuerda la importancia del ejercicio físico y el buen tono muscular para minimizar las consecuencias de tener varices. “Es importante mantener el tono muscular, sobre todo en la zona del gemelo, para que cada contracción muscular sea efectiva sobre el sistema venoso. No basta con andar, sino que hay que tonificar. Es un elemento muy importante para prevenir los efectos negativos de las varices”, asegura.
Las varices son “una manifestación de una enfermedad que se llama insuficiencia venosa crónica, que supone la incapacidad de las venas superficiales para devolver la sangre al corazón”, apunta el doctor Bader Al-Raies. Y hay diferentes manifestaciones, desde las más leves, “esas pequeñas arañitas con una trascendencia únicamente estética”, que también se tratan en Ribera IMSKE, a alteraciones que pueden provocar dolor o molestias, como son las varices tronculares, que son venas dilatadas que abultan en la superficie de la piel. “Estas últimas, en sus formas más evolucionadas, pueden provocar que se nos hinche la pierna o que la piel de nuestra pierna comience a tomar un color rojizo o un color marrón, o incluso aparezcan úlceras venosas, que son heridas que no cicatrizan por debajo de la rodilla”.
Existen diferentes manifestaciones de la enfermedad, desde las más leves hasta las alteraciones que provocan dolor y malestar
En la consulta especializada del Ribera IMSKE se realiza un diagnóstico anatómico preciso, tras una exploración completa, una ecografía y una entrevista con el paciente para conocer su sintomatología y objetivos para el tratamiento antes de definir el proceso clínico.
“La sintomatología que desarrollamos sí que tiene mucho que ver con nuestra actividad. Personas sedentarias, que pasan mucho tiempo de pie o que están expuestas a fuentes de calor, tienden a desarrollan mucha más sintomatología que aquellos que tienen una vida más activa, que hacen deporte y que ejercitan la musculatura de la pierna”, explica el especialista, que prosigue explicando que “también la obesidad está directamente relacionada con esas manifestaciones clínicas y con el desarrollo de complicaciones en las varices”. Por tanto, añade, “ llevar una dieta sana y mantener un peso en los límites de la normalidad es esencial para prevenir los efectos deletéreos de las varices. ¿Quiere decir que no van a aparecer varices? No, quiere decir que vamos a sufrir menos las consecuencias de la insuficiencia venosa crónica”, explica.
“La sintomatología que desarrollamos sí que tiene mucho que ver con nuestra actividad y nivel de vida"
Por otro lado, el Dr. Bolaños explica que el mejor tratamiento es el que se adapta al caso particular de cada paciente. “Desde el punto de vista de las telangiectasias, las arañas, que sobretodo tienen un impacto estético, tenemos las opciones de la escleroterapia y del láser cutáneo”, asegura. Para el tratamiento de las varices tronculares, “contamos con un arsenal terapéutico amplio, desde las cirugías clásicas, el endolaser y la radiofrecuencia, que ayudan a cerrar trayectos venosos, a través de los cuales hay reflujos; la escleroterapia con espumas, que también nos permite tratar venas bastante dilatadas a través de tratamientos percutáneos poco invasivos; y últimamente se han incorporado también la utilización de pegamentos para cerrar esas varices”. Estos son, tal y como explica, tratamientos invasivos.
Pero en otros casos, tras el correcto diagnóstico del paciente, se opta por tratamientos no invasivos, recurriendo a un grupo de fármacos, los venotónicos, que ayudan a reducir la sintomatología; o la terapia compresiva. “El paciente no tiene que buscar valoraciones en dos centros diferentes porque en Ribera IMSKE se abordan todos los casos, desde los más sencillos, por imagen estética, hasta los más complejos, que necesitan cirugía”, concluye.