La patología venosa es una condición que afecta a casi la mitad de la población, y tiene un componente genético hereditario muy importante. Además, no se puede prevenir, pero sí puede abordarse desde muchos ángulos. De este modo, se ayuda al paciente a minimizar la sintomatología o a acabar con la patología, en función del caso. Por ello, el hospital Ribera IMSKE ha puesto en marcha una consulta especializada en el tratamiento de la patología venosa crónica.
“Ribera IMSKE nos da un entorno magnífico para desarrollar todas las opciones de tratamientode la insuficiencia venosa crónica, un entorno agradable para el paciente, seguro, con unasinstalaciones en quirófano y consulta muy bien adaptadas para todos los tratamientos que podemosofrecer al paciente”, explica el cirujano vascular y especialista en patología venosa del hospital Ribera IMSKE, el doctor Bader Al-Raies Bolaños.
"La obesidad también está directamente relacionada con esas manifestaciones clínicas y con el desarrollo de complicaciones en las varices"
El experto también recuerda que, si bien la patología venosa crónica no se puede evitar, “la sintomatología que se desarrolla a raíz de la aparición de las varices sí que tiene mucho que ver con la actividad física”. En este sentido, las personas sedentarias, que pasan mucho tiempo de pie o que están expuestas a fuentes de calor, desarrollan más sintomatología que aquellos que tienen una vida más activa, hacen deporte o ejercitan la musculatura de la pierna.
“La obesidad también está directamente relacionada con esas manifestaciones clínicas y con el desarrollo de complicaciones en las varices. Por ello, llevar una dieta sana y mantener un peso en los límites de la normalidad, junto con el ejercicio y el tono muscular, es esencial para prevenir los efectos negativos de las varices”. No obstante, para abordar la situación una vez ha ocurrido, en Ribera IMSKE cuentan con especialistas e instalaciones adecuadas.
El centro Ribera IMSKE está especializado en el tratamiento de patologías que afectan al sistema musculoesquelético y el aparato locomotor. De hecho, cuenta con 1.350 metros cuadrados de instalaciones para rehabilitación, readaptación y ejercicio físico, así como con una piscina interior, para hidroterapia, entre otras facilidades. En Ribera IMSKE se tratan tanto los casos más sencillos, en los que la molestia del paciente es estética, hasta los más complejos, que requieren de cirugía.
Tras un diagnóstico anatómico preciso, el especialista planifica, junto con el paciente, el tratamiento no invasivo o la intervención que más se ajusta a su caso y sus necesidades
Tras un diagnóstico anatómico preciso, el especialista planifica, junto con el paciente, el tratamiento no invasivo o la intervención que más se ajusta a su caso y sus necesidades. “El tratamiento de las varices no consiste simplemente en eliminar la variz, que es la expectativa que tiene el paciente, sino que parte de un diagnóstico adecuado para incidir, con los recursos terapéuticos disponibles, que son muchos, sobre esos puntos clave que provocan lo que nosotros llamamos reflujos”, asegura.
Finalmente, el especialista del hospital Ribera IMSKE explica que, según el caso, el centro ofrece tratamientos para lesiones más leves, como la escleroterapia y el láser cutáneo; para eltratamiento de las varices tronculares cirugías clásicas, el endoláser y radiofrecuencia; la escleroterapia conespumas, que también permite tratar venas bastante dilatadas a través de tratamientos percutáneos poco invasivos; y pegamentos especiales, de reciente incorporación, para cerrar las varices. En otros casos, se opta por tratamientos no invasivos, como fármacos venotónicos, que ayudan a reducir la sintomatología; o la terapia compresiva.