Se estima que en España hay más de 5 millones de personas con diabetes. Nuestro país es el segundo de Europa con mayor prevalencia de esta patología, con un 14,8%. Unas cifras que van en aumento, principalmente en el tipo II que en los últimos veinte años ha aumentado 3,71 puntos. Se trata de una enfermedad poligénica, es decir, consecuencia de la alteración en la secuencia de información genética en varios genes, generalmente en diferentes cromosomas y bajo la influencia de múltiples factores ambientales.
Una situación que hace preciso aumentar los conocimiento genómicos de esta patología. Un reto en el abordaje de la diabetes, como han señalado los expertos en el marco del 43º Congreso Nacional de Medicina Interna de la SEMI-8º Congreso de la Sociedad Asturiana de Medicina Interna (SAMIN)-8º Congreso Ibérico de Medicina Interna, que se llevó a cabo recientemente en Gijón (Asturias). "En las enfermedades poligénicas, como la diabetes o algunas enfermedades cardiovasculares, los genes que se heredan pueden expresarse o no. Esa expresión nace del estilo de vida, que retrasará que este gen se manifieste. Por otra parte, si la enfermedad ya se ha manifestado, es necesario personalizar el tratamiento", explica el Dr. Javier Ena, médico internista miembro de SEMI.
"Para conseguir esto necesitamos más información como la que nos proporciona el Big Data y la genómica capaz de identificar al individuo que se beneficie de uno u otro tratamiento"
"La medicina actual y el abordaje de la diabetes se basa en la evidencia científica", explicaba el Dr. Francisco Javier Carrasco Sánchez, médico internista miembro de SEMI, "pero este abordaje tiene muchas limitaciones porque actualmente los estudios clínicos se basan en demostrar la utilidad de los tratamientos en grupos de pacientes, esa eficacia la medimos con un concepto que denominamos NNT (número necesario a tratar) para evitar un evento, como puede ser una hospitalización, un infarto, un ictus y/o la muerte".
El conocimiento adquirido del estudio de subgrupos de pacientes para conocer el tratamiento más efectivo convierte a este abordaje en medicina personalizada. "El mayor reto de la medicina de precisión es que debe convertirse en medicina personalizada, analizando qué tratamiento será el mejor a cada persona. Para conseguir esto necesitamos más información como la que nos proporciona el Big Data y la genómica capaz de identificar al individuo que se beneficie de uno u otro tratamiento. Ese es el fin de la medicina de precisión", concluía el Dr. Carrasco.