Dentro del programa del 42º Congreso Nacional de la Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria (Semergen), una de las mesas organizadas ha centrado la atención en los cambios que se están produciendo en la atención paliativa en los pacientes crónicos complejos no oncológicos.
"Ante el escenario demográfico actual extremadamente cambiante, debido principalmente al envejecimiento y al incremento de las necesidades complejas de salud de la población, el paradigma asistencial predominante a corto y medio plazo será el que ponga a la Atención Primaria en el centro del proceso de la toma de decisiones en los pacientes crónicos con necesidades paliativas", pronosticaba la doctora María Ajenjo González, médica residente de medicina familiar y comunitaria en el Centro de Salud San Andrés del Rabanedo, en León, España, tal y como recogen en Medscape.
Un escenario en el que los médicos de Atención Primaria, debido a las características del modelo asistencial y su formación, se erigen como los más adecuados a la hora de prestar la atención que requieren estos pacientes. En este sentido la doctora ha afirmado que la mayoría de los casos pueden ser controlados de forma adecuada en el domicilio del paciente con un nivel básico de capacitación específica y cierto apoyo puntual especializado. Es necesario para ello conocer de forma cercana la evolución del paciente crónico y ser capaces de establecer las herramientas adecuadas para dar respuesta a sus necesidades.
Uno de los puntos sobre los que se ha debatido en esta presentación han sido los criterios de terminalidad en pacientes no oncológicos. Aquí son determinantes los siguientes factores: progreso documentado de la enfermedad, agudizaciones de la enfermedad que se traduzcan en un incremento de las consultas de urgencias o ingresos en los últimos meses con deterioro funcional o dependencia y deterioro nutricional o desnutrición.
Requerirán cuidados paliativos aquellos enfermos que no cuenten con tratamiento curativo y en los que puede preverse una muerte cercana, pero, además, que la enfermedad cause síntomas cambiantes y complejos
Los profesionales señalan que existen dos prototipos de sobrevida en las distintas enfermedades. En el caso de los pacientes oncológicos el proceso se produce de forma progresiva hasta que, en un momento dado, se produce un empeoramiento en el estado de salud del paciente hasta su fallecimiento. Al perder eficacia el tratamiento curativo comienza a predominar el aspecto paliativo. Momento que en ocasiones se produce de forma abrupta. Si hablamos de pacientes con enfermedad crónica el proceso está caracterizado por la aparición de agudizaciones frecuentes que marcan el camino de un pronóstico más impredecible.
Un contexto complejo en el que es necesario trabajar sobre un concepto multidimensional. Requerirán cuidados paliativos aquellos enfermos que no cuenten con tratamiento curativo y en los que puede preverse una muerte cercana, pero, además, que la enfermedad cause síntomas cambiantes y complejos que desemboquen en un deterioro tanto de la calidad de vida del paciente como del entorno familiar.
La doctora ha destacado que un paciente complejo no es sinónimo de paciente con fragilidad y nos enfrentamos a dos tipos de pacientes complejos: aquellos que presentan dos o más enfermedades crónicas progresivas que son difíciles de controlar debido a las continuas descompensaciones lo que implica un elevado riesgo de pérdida funcional; y los pacientes con una única patología crónica pero que supone afectación funcional o cognitiva importante.
En términos de cuidados paliativos podemos hablar de dos tipos de transiciones. La primera transición paliativa es la que determina la entrada del paciente crónico complejo en una situación de paciente crónico avanzado. La segunda se produce cuando este paciente crónico avanza a una fase terminal donde requerirá nuevas necesidades en ámbitos muy diferentes.
"El final de la vida es un momento donde el médico se acerca al paciente y despliega su arte y su ciencia, pero fundamentalmente su humanidad. Por eso es importante prever las situaciones y las demandas que vaya teniendo el paciente a lo largo de esta evolución de su enfermedad crónica", concluye.