La resistencia antimicrobiana (RAM) es una amenaza de primer nivel para nuestra salud que, además, no para de crecer. Pese a que los problemas que trae son de un gran calado, la manera de hacer frente a la situación puede ser sencilla: usar los antibióticos de manera correcta. Es por ello que este lunes 18 de noviembre se celebra el Día Europeo para el Uso Prudente de los Antibióticos con el objetivo es sensibilizar sobre este problema.
Debemos recordar que estos medicamentos sólo son eficaces para combatir las infecciones bacterianas. Es por ello que si los tomamos a la ligera para intentar curar resfriados común o gripes, es decir, infecciones provocadas por virus, no solo no son eficaces sino que fomentan que nuestro organismo desarrolle una resistencia a estos medicamentos y que, cuando realmente los necesitemos, no hagan su efecto.
El momento en el que determinadas enfermedades dejan de responder a los antibióticos puede ser fatal, llegando incluso a provocar la muerte. Este, además, no es un problema a futuro, pues sólo en el 2019 la Organización Mundial de la Salud (OMS) documentaba casi cinco millones de muertes asociadas con infecciones bacterianas resistentes a los medicamentos. De todas ellas, 1,27 millones eran directamente atribuibles a la RAM, correspondiendo el 20% a muertes de niños menores de cinco años.
La OMS documenta casi cinco millones de muertes asociadas con infecciones bacterianas resistentes a los medicamentos
Es más, la organización sanitaria advierte de que, con estas tendencias y a falta de una respuesta más amplia por parte de los países del mundo, la esperanza media de vida se va a reducir en casi dos años para 2050 a nivel global. Es por ello que, a finales del mes de septiembre, los líderes mundiales reunidos en la sede de la ONU adoptaron una Declaración Política sobre la Resistencia Antimicrobiana que, básicamente, los compromete a aportar financiación para atajar este problema de salud pública.
SITUACIÓN DEL CONSUMO DE ANTIBIÓTICOS EN ESPAÑA
En el caso concreto de nuestro país, el Ministerio de Sanidad cuenta con el Plan Nacional frente a la Resistencia a los Antibióticos (PRAN) desde el año 2014, que está a su vez coordinado por la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS). Desde que se iniciase este plan hemos visto una reducción en el consumo de antibióticos de uso humano, pero es cierto que en los últimos años este consumo ha aumentado.
Más concretamente, tenemos que el pasado ali 2023, y por tercer año consecutivo, el consumo global de antibióticos de uso sistémico aumentó en comparación con el anterior año. El consumo de dosis diarias el pasado año fue de 24,26 por cada mil habitantes, mientras que en el 2022 fue de 23,11. Esto nos deja un aumento en el último año de un 5% en el consumo, que se suma a los aumentos de los dos anteriores años.
Así, hemos pasado de las 19,79 dosis diarias por cada mil habitantes en el 2020 (el dato más bajo de esta serie); a las 20,04 en 2021; las 23,11 en 2022; y el último dato de 24,26. Eso sí, pese a estos aumentos producidos tras la pandemia, nos encontramos muy por debajo de las 28,06 dosis que se registraron en el 2015, lo que nos trae una disminución en esta última década de un 13,5%.
Gran parte de este consumo se debe precisamente a la prescripción, es decir, al uso en el ámbito comunitario. En total tenemos que se recetan hasta 22,66 dosis diarias de antibióticos por cada mil habitantes, de las cuales 16,9 corresponden al ámbito público y 6,47 a la receta privada. En el caso de los hospitales, por otro lado, el consumo fue menor: 1,60 dosis por cada mil habitantes y día.
En ambos casos encontramos una reducción con respecto al inicio de la serie en 2015. En el caso de las recetas del sector comunitario la reducción sería de un 13,8%, y en el caso del sector hospitalario sería de un 10,1%. En definitiva, y pese a esta reducción en la última década, todavía es necesaria una mayor concienciación entre la población, pues no debemos olvidar las subidas que se vienen produciendo desde el 2020.