Los efectos que sobre nuestra salud tiene la contaminación atmosférica son cada vez más conocidos. Las enfermedades respiratorias y cardiovasculares son las patologías con las que se asocia de forma inmediata la exposición a la contaminación pero lo cierto es que sus efectos negativos sobre nuestro organismo son múltiples y algunos desconocidos al contar con una menor evidencia científica. Tal es el caso de la salud ósea.
La relación entre la contaminación atmosférica y los efectos adversos que esta tiene sobre nuestra salud ósea existe aunque se cuenten con pocos estudios y los hallazgos reportados por estos no hayan sido concluyentes. Una situación que ha cambiado con a raíz del reciente estudio elaborado por Proyecto CHAI coordinado por el Instituto de Salud Global de Barcelona (ISGlobal) que ha encontrado una asociación entre la exposición a las partículas contaminantes presentes en el aire que respiramos y una peor salud de nuestros huesos.
Para la realización del estudio se ha contado con una muestra de 3.717 participantes procedentes de 28 aldeas cercanas a Hyderabad, en el sur de India, uno de los países con mayores problemas de contaminación ambiental del mudo. La principal conclusión que se extrae del estudio es que la exposición a las partículas contaminantes presentes en el aire se ha asociado con un bajo contenido en minerales en los huesos, así como en un descenso de la densidad ósea.
Los investigadores han utilizado un modelo desarrollado a nivel local para la realización del estudio. En primer lugar han analizado las partículas finas PM2.5 presentes en el aire así como de carbono negro (BC). También se ha analizado el tipo de combustible utilizado por los participantes para cocinar.
La información recabada se ha relacionado con la salud ósea mediante la utilización de un tipo de radiografía que posibilita la medición de la densidad ósea (absorciometría de rayos X de energía doble). Se ha analizado la masa ósea en la columna y en la cadera izquierda.
La principal conclusión que se extrae del estudio es que la exposición a las partículas contaminantes presentes en el aire se ha asociado con un bajo contenido en minerales en los huesos
El estudio señala que la contaminación del aire procedente de fuentes externas y domésticas es un problema global de salud pública, siendo el responsable de gran parte de la morbilidad y la mortalidad prematura. El caso de India, como muchos de los países en vías de desarrollo, reporta un gran problema relacionado con la contaminación del aire. La esperanza de vida está aumentando en todos los países lo que se traduce en un incremento de la población envejecida con el consiguiente aumento de la morbilidad de la población. Un escenario en el que la osteoporosis tiene un papel fundamental debido al incremento de su prevalencia.
La osteoporosis aumenta el riesgo de fracturas y reduce la calidad de vida. Se trata de una enfermedad que se caracteriza por huesos con bajo contenido en términos de masa y el deterioro microarquitectural del tejido óseo.
La investigación ha revelado entre sus principales conclusiones que, la exposición a la contaminación atmosférica, en especial a las citadas partículas PM2.5, estaba asociado a un bajo nivel de masa ósea. Los investigadores señalan que no ha sido posible establecer una relación entre la contaminación producida por los productos combustibles empleados a la hora de cocinar, como es el caso de la biomasa.
“Este estudio contribuye a la escasa y poco concluyente literatura científica que asocia la contaminación del aire con una peor salud ósea”, asegura Otavio T. Ranzani, investigador de ISGlobal y primer autor del estudio.
“Puede conducir a un aumento de la pérdida mineral ósea, a través del estrés oxidativo e inflamación que produce la contaminación”
El investigador explica que el vínculo entre la contaminación atmosférica y el deterioro de la masa ósea reside en la inhalación de las partículas contaminantes. Hecho que “puede conducir a un aumento de la pérdida mineral ósea, a través del estrés oxidativo e inflamación que produce la contaminación”.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) establece una exposición anual a las partículas finas de 10 µg/m3. La exposición anual de los participantes en el estudio se ha situado en 32.8 µg/m3, muy por encima de los valores máximos recomendados.
“En una población de adultos jóvenes en un área periurbana del sur de India, observamos una asociación entre la contaminación por partículas PM2.5 y BC y la presencia de una masa ósea menor”, establece el estudio.
“Se necesitan más estudios en áreas con altos niveles de contaminación atmosférica procedentes de fuentes externas y domésticas y su relación con la densidad de la masa ósea, pero también la incidencia en las fracturas osteoporóticas para cuantificar mejor el papel actual y futuro de la contaminación del aire sobre la salud ósea”, concluye.