La rehabilitación temprana tras un ictus reduce un 20 % la dependencia

La rehabilitación neurológica temprana e intensiva puede reducir la dependencia funcional en un 20 %.

Paciente con secuelas por un ictus. (Foto: Freepik)
Paciente con secuelas por un ictus. (Foto: Freepik)
CS
25 octubre 2024 | 10:30 h
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Con motivo del Día Mundial del Ictus, la Sociedad Española de Rehabilitación y Medicina Física (SERMEF) subraya la necesidad de una rehabilitación temprana e intensiva reduce en un 20 % la dependencia funcional mejorando la calidad de vida de los afectados. Según datos de la Estrategia en Ictus del Sistema Nacional de Salud, la mitad de las personas que sobreviven a un ictus en España sufren secuelas, y en un tercio de los casos estas son graves. Las más comunes incluyen pérdida de función motora que afecta al 50-85 % de los pacientes, trastornos del habla, espasticidad y debilidad muscular.

El ictus mayoritariamente se da en personas mayores de 55 años, pero ha aumentado un 40 % en adultos jóvenes

“Esto hace que el ictus sea una de las principales causas de discapacidad en adultos en todo el mundo”, han agregado desde la Sociedad Española de Rehabilitación y Medicina Física. El ictus mayoritariamente se da en personas mayores de 55 años, pero ha aumentado un 40 % en adultos jóvenes.

Desde la SERMEF han señalado que la rehabilitación “debe iniciarse tan pronto como el paciente esté médicamente estable, para maximizar las posibilidades de una recuperación efectiva”. Además, denuncian las desigualdades en el acceso a tratamientos de rehabilitación entre Comunidades Autónomas, lo cual afecta significativamente los resultados de los pacientes.

“La rehabilitación temprana y especializada es crucial para mitigar las secuelas del ictus. El inicio precoz de un programa de rehabilitación integral puede reducir la mortalidad y la dependencia funcional hasta en un 20%. Además, si las terapias rehabilitadoras se aplican con la intensidad y la duración adecuadas, se puede mejorar significativamente la recuperación funcional, reduciendo el riesgo de complicaciones a largo plazo, como el deterioro cognitivo y la depresión”, han subrayado.

La rehabilitación tras un ictus no se limita al ámbito hospitalario, la rehabilitación domiciliaria y ambulatoria ha demostrado ser una alternativa eficaz, especialmente en casos de discapacidad moderada, ya que acorta las hospitalizaciones y mejora la funcionalidad.

Un tercio de los pacientes con ictus sufre secuelas permanentes, por lo que el apoyo emocional y psicológico también es crucial para la recuperación

SERMEF recalca que un tercio de los pacientes con ictus sufre secuelas permanentes, por lo que el apoyo emocional y psicológico también es crucial para la recuperación. "El ictus no solo afecta al cuerpo, también tiene un impacto significativo en la salud mental y el bienestar emocional, por lo que es vital abordar todas las esferas de la vida del paciente durante el proceso de recuperación”, han destacado.

Asimismo, SERMEF insiste en la importancia de la prevención: hasta un 80 % de los ictus recurrentes podrían evitarse con el control de factores de riesgo, como la hipertensión, una dieta saludable y la actividad física regular.

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