¿Cómo influyen las nuevas tecnologías en la salud mental de los niños y los adolescentes? El Instituto de la Mente Infantil (Child Mind Institute), organización estadounidense sin ánimo de lucro, cuyo objetivo es facilitar las vidas de los niños con problemas de salud mental y trastornos del aprendizaje y sus familias ha presentado su informe sobre Salud Mental en la Infancia, 'Children’s mental health report social media, gaming and mental health'.
Este documento se centra en analizar los efectos de las nuevas tecnologías, los videojuegos e Internet sobre la salud mental de niños y adolescentes. El propio informe afirma que las redes sociales cambian la naturaleza de las interacciones entre niños y adolescentes, lo que puede contribuir a la depresión.
El Child Mind Institute, preocupado por los efectos de las redes sociales e Internet sobre la salud de los más pequeños
En este trabajo de investigación se recoge que más de tres horas de uso de las redes sociales al día está relacionado con la depresión. Así lo señala un estudio realizado en 2019 con más de 6.500 niños de 12 a 15 años de edad.
AISLAMIENTO SOCIAL
Un estudio reciente de una muestra nacional de adultos jóvenes (de 19 a 32 años) mostró una correlación entre el tiempo que pasan en las redes sociales y el aislamiento social percibido. Entre las patologías que detectan esta la FOMO (del inglés 'fear of missing out', que significa temor a perderse algo) y se produce por el miedo a quedarse fuera del mundo tecnológico.
Este fenómeno ocurre cuando ver las interacciones sociales de otras personas en línea provoca sentimientos de aislamiento. Instagram aparece en las encuestas como la plataforma que más lleva a los jóvenes a informar de la ansiedad, la depresión y las preocupaciones por la imagen corporal.
Instagram la app que más lleva a los jóvenes a informar de la ansiedad, la depresión y las preocupaciones por la imagen corporal
¿Puede ayudar a curar la depresión? La respuesta es no. Tal y como recoge 'Children’s mental health report social media, gaming and mental health', los participantes de 10 a 16 años de un estudio que informaron estar solos también se comunicaron en línea con mucha más frecuencia sobre temas personales e íntimos. El uso de Internet les permite satisfacer ciertas necesidades críticas de interacciones sociales, auto-revelación y exploración de la identidad, algo que les cuesta -o no pueden- hacer cara a cara (Bonetti, Campbell y Gilmore, 2010).
SUEÑO, REDES SOCIALES Y DEPRESIÓN
Por otra parte, algunos estudios longitudinales han encontrado que los estudiantes universitarios que se identifican como grandes usuarios de ordenadores, redes sociales y teléfonos móviles reportan mayores niveles de estrés, depresión y trastornos del sueño con el tiempo.
El sueño a menudo se identifica como un factor probable que conecta el uso de Internet y síntomas de depresión. Los adolescentes que usaban más las redes sociales, tanto en general como de noche, y los que estaban más involucrados emocionalmente en las redes sociales experimentaron una peor calidad del sueño, menor autoestima y mayores niveles de depresión (Woods y Scott, 2016).
Más de tres horas de uso de las redes sociales al día está relacionado con la depresión en adolescentes de 12 a 15 años.
Algunos investigadores manifiestan que la presencia de depresión lleva a un comportamiento problemático con Internet y el teléfono móvil. Por ejemplo, la búsqueda de tranquilidad ligada a la depresión puede manifestarse a través de conductas repetidas de verificación del teléfono. Igualmente, algunos estudios longitudinales han hallado que los y las estudiantes universitarios/as que utilizan en mayor medida Internet, las redes sociales y los teléfonos móviles, reportan, con el tiempo, mayores niveles de estrés, depresión y trastornos del sueño (Elhai, Dvorak, Levine y Hall, 2017).