Este sábado se ha cumplido un año y cinco meses desde el inicio de la invasión rusa de Ucrania. Desde el 24 de febrero de 2022 el encarnecido conflicto ha mantenido en vilo a la población del país, su economía y su sistema de salud. Desde entonces se han producido más de 1.000 ataques contra la asistencia sanitaria ucraniana, en los que han fallecido más de un centenar de trabajadores y pacientes, y se han producido aproximadamente 150 lesiones, según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Sin embargo, pese a estos ataques a hospitales, ambulancias y almacenes de productos sanitarios que han supuesto daños con un coste estimado de 2.500 millones de dólares (2.300 millones de euros) según la organización perteneciente a Naciones Unidas, la atención médica en Ucrania no ha sufrido una pérdida importante de su fuerza. “Ha demostrado una resiliencia notable y ya hay ejemplos de inversiones tempranas en la reconstrucción de establecimientos de salud”, señala la OMS en nota de prensa.
Un “éxito temprano” que celebra el organismo dado los daños producidos. Actualmente, incluso en las zonas más afectadas por el conflicto, casi el 90% de los establecimientos están funcionando. “Se puede aprender mucho de los esfuerzos actuales, muchos de los cuales tienen el potencial de expandirse o aumentarse, al tiempo que se reconoce que las soluciones deben adaptarse a las necesidades y circunstancias específicas de diversas áreas geográficas, tipos de servicios y modalidades de participación”, señala el Dr. Jarno Habicht, representante de la institución en Ucrania.
Actualmente, incluso en las zonas más afectadas por el conflicto, casi el 90% de los establecimientos dedicados a la salud están funcionando
La invasión por parte de Rusia, ha supuesto una remodelación del sistema sanitario del Estado atacado, también de sus vecinos que han recibido a los refugiados, como el caso de Polonia, y han mandado ayudas para los que se mantienen en el país. También se han puesto en marcha iniciativas internacionales como el último acuerdo firmado entre la Unión Europea y Ucrania en ámbitos como el abordaje de la salud mental, el acceso a la atención médica para los refugiados, la repatriación y reinserción de los pacientes al sistema sociosanitario y sanitario del país y la atención de las enfermedades raras.
Gracias a esos apoyos se ha conseguido afrontar, no solo la demanda de los heridos durante el conflicto, sino también las complicaciones que se han producido durante la invasión, como han sido brotes de polio, o las necesidades médicas del día a día de la población.
En este contexto, el sector privado ucraniano ha tenido un importante papel, según recoge en su último informe la OMS. El número de proveedores privados de servicios de salud ha aumentado un 43% desde 2020 y representa el 84% de todos los proveedores autorizados, según el documento. Aunque los establecimientos estatales y comunales siguen ofreciendo la mayor parte de la asistencia debido a su mayor capacidad, cada vez han emergido más proveedores privados que, si bien “contribuye al sector sanitario en Ucrania”, presentan unos desafíos a los que el Gobierno ucraniano ha de dar respuesta, según la institución mundial.
ALZA DEL SECTOR PRIVADO
El nuevo informeEstudios de casos de recuperación del sistema de salud en Ucrania: enfoque en el papel del sector privado, enfatiza en “la participación del sector privado como parte integral del sistema de salud es un elemento de la Estrategia de Salud 2030”, pero recuerda que este hecho “requiere un marco regulatorio completo, basado en una comprensión profunda de los desafíos y oportunidades que se presentan”.
Las aseguradoras privadas del país ha aportado a la recuperación temprana centros dedicados a la maternidad; farmacias, tras la destrucción del 30% de los establecimientos de regiones como la de Kharkiv, y han dado su apoyo en la reconstrucción de servicios de Atención Primaria y de las unidades ambulatorias rurales. Con todo, recuerdan desde la OMS, muchos de las prestaciones privadas se han creado “fuera de los acuerdos de contratación gubernamentales”.
"El gobierno de Ucrania continúa implementando reformas de salud para hacer que el sistema de salud sea más eficiente y centrado en el paciente, mientras avanza hacia la cobertura de salud universal para toda la población”
Ante ello, llaman a fortalecer la regulación, incluida la concesión de licencias para “mejorar la seguridad, la adecuación y la eficacia de la atención, junto con una mejor protección del usuario”. La integración de estos proveedores privados en el sistema nacional de salud electrónico es otra de las recomendaciones que en los últimos meses ha realizado la OMS, lo que facilitaría la interoperabilidad e intercambio de datos. “El número de registros es pequeño y se necesitan más pasos para seguir avanzar”.
Por último, la organización llama a permitir “la participación de las partes interesadas en la formulación de políticas”, un intercambio de conocimiento y toma de decisiones intersectorial que facilitaría abordar el asunto sobre los proveedores y su papel en la recuperación de la posguerra.
En palabras de la OMS, este, como el resto de estudios realizados, “muestran la resiliencia del sistema de salud y la recuperación impulsada por la cooperación entre actores nacionales e internacionales, con la participación del sector privado”. Y, recalcan que, a pesar de la guerra, “se están restaurando las instalaciones de atención médica y el gobierno de Ucrania continúa implementando reformas de salud para hacer que el sistema de salud sea más eficiente y centrado en el paciente, mientras avanza hacia la cobertura de salud universal para toda la población”.