La Dirección Provincial del Instituto Nacional de la Seguridad Social en Bizkaia ha emitido recientemente una resolución por la que se establece que la dermatitis de contacto que padece un pintor es una enfermedad profesional, derivada de una sensibilización alérgica generada por el contacto con resinas epoxi, según ha informado CCOO.
El sindicato ha explicado que se trata de un trabajador de la empresa Indupime SL que realiza habitualmente sus tareas de cepillador y pintor en el Astillero Murueta, y presenta un angioedema facial, así como afecciones cutáneas especialmente agudas en las manos. Debido a ello ha atravesado varios periodos de baja, que "son los que han sido reconocidos ahora como enfermedad profesional".
Entre las tareas que realiza, ha precisado, está el uso de cepilladoras y esmeriladoras para la preparación de superficies la aplicación de disolventes y decapantes que contienen resina epoxi
Entre las tareas que realiza, ha precisado, está el uso de cepilladoras y esmeriladoras para la preparación de superficies, la aplicación de disolventes y decapantes que contienen resina epoxi y las operaciones de pintura con pistola. Según ha destacado, la evaluación de riesgos del puesto de trabajo ya establecía que existe exposición a agentes químicos y vapores de los mismos.
VALORACIONES CONCRETAS
CCOO ha recordado que estas patologías de la piel están recogidas en el actual cuadro de enfermedades profesionales, aprobado por el Real Decreto 1299/2006, para los puestos de trabajo en los que exista aplicación de pinturas o pigmentos mediante aerografía.
Por ello, ha realizado un llamamiento a todas las personas trabajadoras que, ya sea en el sector de la pintura o en otros, puedan estar expuestas a resinas epoxi o productos similares para recordar que "las patologías dérmicas tienen que ser consideradas enfermedades profesionales" y que el sindicato "puede realizar las valoraciones concretas, trámites y denuncias oportunas para cada caso".