En España, la eutanasia ha sido tema de debate recurrente en los últimos años. El asunto ha regresado a la agenda política española que, tras ser admitida a trámite la Proposición de Ley Orgánica de PSOE para regular su derecho, espera ahora su aprobación.
La espera desespera. Por eso, durante estos años, son muchos los enfermos y familiares que han alzado la voz para reclamar una ley a la que poder acogerse para poner fin a sus vidas. Ramón Sampedro fue el primer ciudadano español en reclamar la eutanasia. Se había quedado tetrapléjico a los 25 años, llevaba 30 postrado en una cama y deseaba morir pero la justicia se lo impedía. Sampedro ideó un plan entre once amigos con el que consiguió morir sin que nadie fuese juzgado y condenado. El 12 de enero de 1998 tomó cianuro y falleció.
Hasta el momento, la eutanasia en España está penalizada por la ley
El caso de José Antonio Arrabal, un hombre de 58 años enfermo de esclerosis lateral amiotrófica (ELA), fue otro de los más sonados. Diagnosticado de esta enfermedad degenerativa e incurable en 2015, se suicido delante de una cámara de vídeo para reclamar el suicidio asistido y la eutanasia. Arrabal llevaba meses planeando su suicido, que llevo a cabo mediante la ingesta de dos frascos de medicamentos adquiridos por internet, en un momento en el que su familia no se encontraba en casa.
La familia de Maribel Tellaetxe, luchó durante años para despenalizar la eutanasia. Natural de Portugalete, tenía 75 años y luchó durante 17 contra el alzhéimer. Ella misma pidió que la ayudaran a morir cuando “no reconociera a su familia”, sin embargo, el código pena se lo impidió. Finalmente, Tellaetxe falleció hace un año el hospital San Juan de Dios de Santurtzi.
La historia de María José Carrasco ha sido la última en conmover al país. Diagnosticada de esclerosis múltiple murió a los 62 años tras llevar 30 luchando contra su enfermedad. Su marido, Ángel Hernández, fue quien la ayudó. Ambos grabaron un video en el que explicaban los motivos por el que María deseaba su muerte. Un día más tarde, Ángel le suministró pentobarbital sódico y ella descanso en paz.