Raimon Sola cambió la vida de una persona que padecía una enfermedad renal. En 2015 decidió donar uno de sus riñones, pero no a un familiar o a un amigo. Donó un riñón de forma altruista a un desconocido. “Ya sé que la gente y la sociedad en general no lo entiende y nos ven como si estuviéramos ‘locos’. En mi caso, yo tenía un amigo que estaba sufriendo una enfermedad renal, leí estudios, vi un documental y me puse en la piel de esas personas. Dije ‘algún día voy a donar un riñón’, y llega un momento en tu vida que piensas en los que estas sufriendo y si puedes hacer algo por ellos, lo haces”.
“Yo sabía que tener un riñón sano te cambia la vida. Pasas de estar todo el día conectado a una máquina, no poder hacer deporte, no poder trabajar, de estar con una salud precaria, y ves que el riñón te alarga la expectativa de vida unos 15 años y te da la opción de volver a hacer todas esas actividades que no podías hacer”, cuenta emocionado.
"Yo sabía que tener un riñón sano te cambia la vida"
Según datos de la Organización Nacional Trasplantes (ONT), el año pasado 350 personas donaron un riñón en vida, pero desde 2010, solo 18 personas han donado un riñón de forma altruista. Sin embargo, a nivel general, en nuestro país se realizaron 5.383 trasplantes de órganos. Este número de trasplantes fue posible gracias a las 2.196 personas que donaron sus órganos tras fallecer.
Aunque Raimon no sabe quien recibió, sabe que salvó y mejoró la calidad de vida de una persona. “La Federación Nacional de Asociaciones para la Lucha contra las Enfermedades del Riñón (Alcer) organizó un evento anual en el que se reunían a las 17 personas que donaron un riñón de forma altruista. De esas personas solo vinimos tres, pero el resto de gente eran receptores y estaban emocionados y súper agradecidos. Ahí te das cuenta que todo tiene mucho más sentido del que tu habías podido intuir y lo que has hecho tiene un valor incalculable. Volvería a donar un riñón sin duda alguna”, detalla el donante.
EL "DESPUÉS" DEL TRASPLANTE
Recuperarse de una operación no es fácil, y mucho menos si despiertas con un órgano menos. Raimon decidió ser donante vivo porque tenía ganas de regalar vida. Por eso, aunque en un principio su proceso de recuperación, “fue complicado”, prefiere recordarlo de la forma más positiva que puede. “Cuando me desperté en la UCI estaba fatal. Parecía que me hubiera pasado un tractor por encima. Además, te despiertas con muchas cicatrices. Al principio es duro y los primeros días estás muy débil, pero luego te vas recuperando muy rápido. Yo a las dos o tres semanas ya estaba trabajando en un sitio de esfuerzo físico. Me costó volver a empezar, pero dentro de la normalidad fue todo bien”.
Desde hace años, las asociaciones de pacientes y la ONT solicitan la “baja por donación” para mejorar la protección de los donantes que realizan un gesto tan solidario y que ello no repercuta negativamente en su situación económica ni laboral. Esto es una realidad que está cada vez más cerca.
"Cuando conoces a gente receptora te das cuenta que todo tiene mucho más sentido del que tu habías podido intuir y lo que has hecho tiene un valor incalculable"
El Grupo Parlamentario Socialista registró el pasado martes una Proposición de Ley que contempla la “baja por donación” para mejorar la protección socio-laboral de los donantes vivos de órganos; una baja asociada a la cirugía y posterior recuperación del donante vivo. Esta baja se extenderá desde el día del ingreso para la cirugía de donación hasta recibir el alta médica, así como en los días discontinuos en que el donante no pueda trabajar debido a la preparación médica de la cirugía. La propuesta también incluye la protección del donante vivo de órgano frente a consecuencias como el despido ante las ausencias del puesto de trabajo necesarias para el proceso de donación, incluyendo el estudio previo a la cirugía.
Por su parte, como donante que ha vivido esta experiencia, Raimon ha valorado esta normativa como algo que puede “ayudar a que haya más donantes vivos" y “puede ser más beneficioso para España, porque cuando hay un donante vivo se ahorra un montón de dinero, ya que la diálisis es uno de los tratamientos de por vida más caros que existen, además de deteriorar mucho la salud del paciente".
Raimon, ahora, solo tiene un buen recuerdo de algo que para él no significó nada pero para otra persona lo supuso todo. Una dieta equilibrada y saludable es lo único que debe seguir, pero es algo que toda persona se debe regir. Por eso, él acaba recalcando a Consalud.es que tiene un riñón menos pero se siento fenomenal: "Estoy mejor que nunca”.