Con motivo del Día Mundial del Cáncer Colorrectal, que se conmemora el próximo 31 de marzo, la SEOR(Sociedad Española de Oncología Radioterápica) ha señalado la importancia de la radioterapia en el tratamiento curativo del cáncer colorrectal. Una herramienta renovada y fundamental que gracias a los desarrollos tecnológicos y los avances científicos de los últimos años ha logrado aumentar la supervivencia, tratando el dolor y mejorando la calidad de vida de los pacientes.
Los tres pilares básicos del tratamiento del cáncer colorrectal son la cirugía, la radioterapia y la quimioterapia.
La radioterapia es un tratamiento personalizado fundamental en la curación de tumores de recto que no han desarrollado metástasis. Según ha explicado el doctor Ovidio Hernando, coordinador del Grupo de trabajo de tumores digestivos de la SEOR, la radioterapia es “en casos muy seleccionados, capaz de curar el tumor evitando realizar amputaciones quirúrgicas que conllevan la utilización permanente de bolsas de colostomía que restan calidad de vida y que tanto preocupan a nuestros pacientes”.
La radioterapia es capaz de curar el tumor evitando la amputación y además, mejora la calidad de vida del paciente evitando los dolores
Además, el doctor Hernando destaca la importancia que puede desarrollar la radioterapia como una alternativa para otras metástasis: “La radioterapia puede ser una alternativa muy eficaz para el tratamiento de metástasis hepáticas, pulmonares o ganglionares, algo que, en casos con un número limitado de metástasis, ha demostrado aumentar su supervivencia”. Otro de sus beneficios es la mejora de la calidad de vida "al utilizarse para controlar síntomas como el dolor o el sangrado".
DETECCIÓN PRECOZ
Según apuntan los últimos datos, se estima que en el año 2022 el cáncer con más frecuencia diagnosticado en España en ambos sexos será el de colon y recto, con 43.370 nuevos casos.
En el desarrollo del cáncer colorrectal influyen ciertos factores, como son la historia familiar o personal y los síndromes genéticos, y de otros modificables sobre los que podemos actuar. Los expertos recuerdan que tomar una dieta rica en carnes rojas y procesadas y grasas saturadas y pobre en fibra, frutas y verduras aumenta el riesgo de desarrollar cáncer colorrectal.
Las dietas equilibradas, como la mediterránea, podrían prevenir su aparición. Otros factores modificables que aumentan el riesgo de cáncer de colon son: la obesidad, la falta de actividad física y el consumo de alcohol y tabaco.
El doctor Hernando concluye que “si bien la prevención primaria, evitando los factores de riesgo antes mencionados, puede reducir su incidencia, es primordial disponer de métodos de detección precoz para la población general”. Actualmente, la realización de análisis de sangre oculta en heces y las colonoscopias “permiten la prevención del cáncer colorrectal mediante la extirpación de lesiones precursoras del cáncer o el diagnóstico del tumor en sus etapas más iniciales permitiendo un mayor éxito en su tratamiento y curación”.