En los últimos años, las técnicas de Radiología Intervencionista, que permiten realizar cirugías mínimamente invasivas y guiadas por imágenes radiológicas, están sustituyendo numerosas intervenciones quirúrgicas más complejas. De esta forma, según informan desde la Sociedad Española de Radiología Médica (Seram), los pacientes reciben tratamientos menos agresivos y con menor riesgo de complicaciones y secuelas que mediante la cirugía convencional.
"Cada vez es más patente como los procedimientos intervencionistas solucionan de manera percutánea o endovascular problemas que de otro modo requerirían una cirugía más agresiva, con un riesgo mucho más elevado de morbimortalidad para los paciente"”,afirma la doctora Milagros Martí de Gracia, presidenta de la Seram.
Por ello, este lunes 8 de noviembre se celebra el Día Internacional de la Radiología en todo el mundo dedicado a esta área de conocimiento de la Radiología que cobra cada vez más importancia en la Medicina actual. “La Radiología Intervencionista está en desarrollo continuo. Ha experimentado una explosión en los últimos años debido fundamentalmente al éxito y a la eficacia de sus procedimientos, que acortan la estancia hospitalaria de los pacientes y les permite una recuperación más rápida en comparación con otras intervenciones quirúrgicas”, asegura la presidenta de Seram.
La radiología intervencionista permite cirugías con menor riesgo para el paciente
“La tendencia actual en Medicina es realizar el menor número de cirugías posibles y en caso de ser necesarias, a tratar por pequeñas incisiones en la piel”, según la doctoraTeresa Moreno, radióloga intervencionistadel Hospital Universitario Juan Ramón Jiménez de Huelva. En este sentido, la Radiología Intervencionista está jugando un importante papel, ya que desde sus orígenes utiliza la imagen radiológica como guía para tratar gran parte de las enfermedades de los vasos sanguíneos: “Realizamos tratamiento mediante balones que abren las arterias y las venas estrechas y la colocación de muelles o stents”, afirma la doctora.
Estas técnicas de la Radiología Intervencionista se han convertido en imprescindibles en casos de urgencia ya que permiten, en palabras de la doctora Moreno, "el tratamiento de sangrados y hemorragias donde no es posible llegar mediante cirugía o suponen cirugías de gran riesgo: sangrado postparto, hemorragias en traumatismos graves, sangrados digestivos, pulmonares, etc". La doctora explica que “un número muy importante de las técnicas intervencionistas que se realiza son urgentes o muy preferentes” y entiende que la presencia de los radiólogos intervencionistas en la urgencia es “una necesidad”.
Y es que las técnicas intervencionistas permiten, por ejemplo, “embolizar (ocluir directamente el vaso que sangra mediante un catéter) y estabilizar de forma rápida y certera, con mínima invasión, a los pacientes politraumatizados con hemorragias descontroladas”, indica Alberto Mingo, radiólogo intervencionista en el Hospital La Princesa de Madrid. El trabajo debe ser desarrollado por los diferentes equipos multidisciplinares, insiste, para manejar de forma óptima eventos traumáticos en pacientes inestables.
Estas técnicas acortan la estancia hospitalaria de los pacientes y les permite una recuperación más rápida en comparación con otras intervenciones quirúrgicas
La Radiología Intervencionista también ha supuesto en los últimos años un gran avance en el tratamiento del cáncer y otros tumores, cuya aplicación se extiende “desde la colocación de dispositivos que son necesarios para administrar la quimioterapia hasta el tratamiento de tumores y cánceres, alcanzándolos y quemándolo o introduciendo sustancias quimioterápicas en el seno del cáncer para matarlo”, explica la doctora Moreno. De este modo, asegura, el intervencionismo se considera ya uno de los “brazos de la oncología”.
En opinión de la doctora Elena Serrano, radióloga intervencionista en el Hospital Clinic de Barcelona, la aplicación oncológica de estas técnicas está en plena evolución con el desarrollo de “tratamientos combinados de inmunoterapia con terapias locales, sistemas guiados de punción y sistemas de robótica para la navegación vascular”. Y afirma que “el número de patologías que pueden diagnosticarse y tratarse mediante terapias intervencionistas se encuentra en continuo crecimiento”.
SIN PROGRAMA DE FORMACIÓN ESPECÍFICO
Los radiólogos intervencionistas no cuentan con un programa de formación específico, sino que adquieren sus capacidades en la rotación obligatoria que establece el programa de Médico Interno Residente (MIR) para la especialidad de Radiodiagnóstico, con una formación de entre tres a seis meses de duración. Para la doctora Serrano este tiempo es “insuficiente para asegurar la capacitación profesional completa, por lo que existe una tendencia hacia el reconocimiento de la Radiología Intervencionista como una subespecialidad de la Radiología que precisa de una formación específica”.
En este sentido se pronuncia la presidenta de la Seram, quien defiende que en el nuevo Real Decreto de Especialidades que está preparando el Ministerio de Sanidad se recoja la creación de un Área de Capacitación Específica (ACE) en Radiología Vascular e Intervencionista. “Para poder llevar a cabo los procedimientos de manera segura para los pacientes resulta imprescindible disponer de un entrenamiento específico que no se puede obtener en el periodo de residencia, por ello es necesario un programa estructurado y un aprendizaje bien tutorizado”, asegura la doctora Martí.