La Organización Mundial de la Salud acaba de presentar el último informe sobre la tuberculosis. Entre 2000 y 2016 las muertes por esta enfermedad bajaron un 37%, con grandes descensos en Europa. Sin embargo, continúa siendo la primera causa de fallecimiento a causa de patologías infecciosas, por encima, incluso, del VIH. Pese a que en España los datos de incidencia no son comparables a otras regiones, como por ejemplo, África, y la prevalencia es muy baja, no significa ni mucho menos que esté erradicada.
De hecho, este mismo lunes se ha detectado un nuevo caso, el de un trabajador sanitario del Hospital Universitario Cruces (Vizcaya). En ese mismo centro otro profesional fue diagnosticado hace un mes y medio, aunque ambos episodios no guardan relación, según ha confirmado el departamento de sanidad.
"Sin el tratamiento adecuado, la tuberculosis presenta una tasa de mortalidad relevante, motivo por el que resulta clave el diagnóstico precoz, junto con el tratamiento adecuado para ayudar a cortar su transmisión"
Es solo uno más de los 4.000 casos que se detectan al año en España, como notifica el registro de 2015 de Enfermedades de Declaración Obligatoria publicado por el Centro Nacional de Epidemiología del Instituto de Salud Carlos III. La cifra es, sin embargo, un 4,3% más baja que el año anterior. De los 4.604 pacientes diagnosticados en España, 3.510 presentaban tuberculosis respiratorias, 52 tenían meningitis tuberculosa y 1.042 otros tipos de esta enfermedad.
Además, hay que recordar que esta enfermedad se cura con un tratamiento adecuado. Se contagia por vía aérea al toser o al hablar, y en general su transmisión requiere una convivencia íntima y prolongada en el tiempo. En cambio, para la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (Separ) alerta que, pese a que desciende el número de casos, no hay que “bajar la guardia” ante la tuberculosis, pues se calcula que “permanece latente en una tercera parte de la población mundial”.
En este sentido, Separ asegura que la tasa de incidencia de la tuberculosis en España (7,6 afectados por cada 100.000 habitantes) es “sensiblemente superior” a países del entorno, como los 4,89 de Países Bajos y los 5,56 de Alemania. "Sin el tratamiento adecuado, la tuberculosis presenta una tasa de mortalidad relevante, motivo por el que resulta clave el diagnóstico precoz, junto con el tratamiento adecuado para ayudar a cortar su transmisión", explica el coordinador de enfermedades infecciosas de la institución, Francisco Javier García.
El problema más acuciante de la enfermedad en España, coinciden los especialistas, es que el 80% de los casos no se diagnostican, por lo que la incidencia real estaría en torno a los 100.000 contagios al año
El problema más acuciante de la enfermedad en España, coinciden los especialistas, es que el 80% de los casos no se diagnostican, por lo que la incidencia real estaría en torno a los 100.000 contagios al año, por lo que la cifra real de enfermos está muy lejos de la que establece la OMS.
De la misma forma, y aunque el contagio de la tuberculosis no tenga manera de evitarse, la comunidad científica se encuentra destinando sus esfuerzos en desarrollar una vacuna que proteja de la infección. La más generalizada es la BCG, eficaz contra las formas más graves de la enfermedad en niños, pero infructuosa para proteger a adolescentes y adultos (donde más incidencia tiene esta patología infecciosa). En este sentido, una investigación de la Universidad de Zaragoza ha dejado abierta la puerta a una prometedora vacuna que se está desarrollando y que comenzará en 2018 la fase de ensayos clínicos.