En verano, la luz ultravioleta se vuelve más intensa y, por tanto, más peligrosa a la hora de estar expuestos sin protección, dañando así la vista. Es por ello que desde Miranza Instituto Gómez-Ulla recuerdan la importancia del uso de gafas de sol homologadas para reducir el riesgo de enfermedades oculares que puede originar una exposición prolongada a la luz UV. Patologías como las cataratas y los cánceres oculares, crecimientos anormales en el ojo como el pterigion, fotoqueratitis y la retinopatía solar son algunas de ellas.
De hecho, las lesiones por luz ultravioleta durante el verano suelen originarse por una exposición solar directa o por el reflejo del solo en el agua al practicar deportes acuáticos o incluso el reflejo del sol sobre la arena blanca de la playa.
En verano, la luz ultravioleta se vuelve más intensa y, por tanto, más peligrosa a la hora de estar expuestos sin protección
La fotoqueratitis es la dolencia que provoca la radiación ultravioleta en los ojos. Se trata de una inflamación aguda de la córnea. Sus síntomas comienzan entre 6 y 10 horas tras la exposición y afecta a cambos ojos con dolor, visión borrosa, lagrimeo, fotofobia y ojo rojo. También puede ir asociada a un blefarospasmo, que es una contracción involuntaria de los párpados. En estos casos es necesario valorar el grado de lesión de la córnea, para pautar el tratamiento más adecuado.
La retinopatía solar, por su parte, es un daño más graves y duradero que provoca la radiación ultravioleta en la retina. Cursa sin dolor y su daño puede ser permanente ya que puede destruir algunas células sensibles a la luz de la retina. Sólo suele producir en caso de mirar durante un rato directamente al sol y hay que tener especial cuidado con los niños pequeños.
En el caso de las cataratas, la exposición prolongada a los rayos ultravioletas contribuye a su aparición temprana al deterioro del cristalino y a su opacidad. Además, la exposición al sol puede causar molestias en los ojos secos, envejecimiento prematuro de la piel de los párpados y cánceres oculares dentro y alrededor del ojo: carcinoma basocelular, carcinoma epidermoide o melanoma
Para evitar la incidencia de la radiación solar en los ojos será fundamental el uso de sistemas de protección
La exposición a la radiación UV también provoca pterigión, un crecimiento del tejido conjuntival que acelera su crecimiento y que cuando llega al centro de la córnea provoca la pérdida de visión. Se requiere de una operación quirúrgica para corregir la visión si el crecimiento se extiende de forma significativa.
Para evitar la incidencia de la radiación solar en los ojos será fundamental el uso de sistemas de protección como sombreros, sombrillas y gafas de sol homologadas con garantía CE. Debe tenerse presente que la superficie del mar puede reflejar hasta el 80% de la radiación ultravioleta y la arena de la playa hasta un 40%.