Quirónsalud ha puesto en marcha el proyecto Scribe, una innovadora iniciativa que evoluciona la asistencia sanitaria tradicional hacia un nuevo modelo centrado en la completa humanización de la atención. Este enfoque sitúa la relación médico-paciente como eje vertebrador de la consulta, eliminando distracciones tecnológicas y trámites administrativos para que los profesionales puedan focalizar su atención exclusivamente en el paciente. “Mirar a los ojos del paciente durante la consulta médica, entender lo que necesita cada uno, es nuestra forma de atender a lo más importante para nosotros, las personas”, afirma la Dra. Cristina Caramés, directora asistencial y de investigación de Grupo Quirónsalud.
Mediante el uso de Inteligencia Artificial generativa, se transcribe automáticamente la conversación entre médico y paciente, a partir de la voz, se automatiza la introducción de datos en el sistema, se identifican los elementos claves para ir completando la historia clínica del paciente, se elimina toda la información que no sea relevante o no esté relacionada con el proceso clínico y, además, se guía al profesional a lo largo de la cita para que pueda dedicarse al cuidado de la persona de principio a fin.
Asegura que la atención esté siempre dirigida al paciente y no a los dispositivos tecnológicos
La tecnología, aunque sigue siendo un pilar fundamental y en crecimiento en los centros de Quirónsalud, se ha integrado para no interrumpir la dinámica asistencial y permitir al sanitario compartir información relevante con el paciente solo cuando es necesario, sin que esto afecte la fluidez de la conversación, “lo que asegura que la atención esté siempre dirigida al paciente y no a los dispositivos tecnológicos. Con Scribe, devolvemos el contacto visual y la atención plena al paciente”, comenta la doctora Cristina.
Pero la evolución del modelo no solo mejora la experiencia del paciente, sino también la del médico, que puede concentrarse en lo que realmente importa. Se diferencia del modelo tradicional desde el momento en que el paciente se autoadmisiona y avisa de cuándo puede acceder directamente a la consulta, sin pasar por una sala de espera. Una vez en la consulta, el especialista revisa la historia clínica y, si es necesario, muestra los resultados de las pruebas, potenciando la transparencia y colaboración con el paciente en su propio proceso clínico.
"Lograremos romper definitivamente las barreras físicas para acompañar a los pacientes en todo el proceso de una manera más humana”
El principal escenario de aplicación del modelo Scribe se centra en el ámbito ambulatorio de consultas, aunque tiene aplicación en otros escenarios dentro del hospital. De hecho, desde el pasado mes de junio, este modelo está operativo en el Servicio de Traumatología y Cirugía Ortopédica del Hospital Universitari General de Catalunya, con un alto grado de satisfacción por parte de los pacientes. Según la Dra. Sandra Quintela, traumatóloga de dicho centro, “cuando este modelo de futuro se implante globalmente lograremos romper definitivamente las barreras físicas para acompañar a los pacientes en todo el proceso de una manera más humana”.
En Madrid también se comenzó a dar los primeros pasos bajo este modelo asistencial en diferentes especialidades como en el Servicio de Neumología del Hospital Universitario Fundación Jiménez Díaz; en el de Otorrinolaringología del Hospital Universitario General de Villalba; el de Urología en el Hospital Universitario Infanta Elena; o en el Servicio de Cardiología del Hospital Universitario Rey Juan Carlos. “En estos cuatro centros, el 90% de los pacientes han mostrado su satisfacción con esta nueva forma de recibir asistencia sanitaria, destacando aspectos concretos como la cercanía del médico durante la consulta, la agilidad en la atención o el nuevo acondicionamiento de las consultas donde fueron atendidos”, concluyen los doctores Damián García Olmo y Emilio Calvo, jefes respectivos de los departamentos de Cirugía General y Digestiva, y Cirugía Ortopédica y Traumatología de los citados cuatro hospitales.
Scribe ya está implantándose en nuevos servicios y unidades de distintos centros hospitalarios del Grupo Quirónsalud de toda la geografía española, con el fin de que el proyecto, a comienzos de 2025, lo usen ya más de 8.000 médicos, lo que equivale amás del 60% de los facultativos de la compañía.