El cáncer no es una única enfermedad, sino que se trata de un conjunto de enfermedades muy distintas entre ellas, por lo que a día de hoy no se ha podido crear una vacuna. En este contexto,la Unidad de Investigación del Servicio de Oncología del Hospital Universitario Quirónsalud Madrid está llevando a cabo tres ensayos clínicos con vacunas personalizadas desarrolladas por Moderna y MSD para conseguir disminuir el riesgo de recaídas en pacientes intervenidos de melanoma, cáncer de pulmón o vejiga. “Igual que no hay una única vacuna contra todos los virus, no puede haber una única vacuna contra el cáncer en general”, explica la Dra. Belén Rubio, jefa y líder del ensayo.
“El procedimiento de estas vacunas consiste en tomar una muestra suficiente del tumor del paciente cuando se le reseca en el quirófano. Esta muestra se envía al laboratorio que la secuencia genéticamente para identificar las mutaciones propias del tumor de ese paciente en particular, que dan lugar a determinadas proteínas responsables de su desarrollo, y que, consideradas antígenos, tienen más probabilidades de generar una respuesta inmunitaria", detalla la doctora.
El cáncer no es una única enfermedad, sino un conjunto de enfermedades muy distintas entre ellas, por lo que a día de hoy no se ha podido crear una vacuna
"Finalmente, se fabrican los fragmentos de ARN mensajero con las instrucciones para producir estos antígenos y se envuelve en una cápside similar a las de las vacunas de COVID. La vacuna generada se inocula al paciente con el objetivo de presentar a su sistema inmune los antígenos propios del tumor que sufre para que, si quedan células residuales, el sistema inmune del paciente las reconozca y las elimine”, añade la Dra. Belén Rubio, que explica que “esta es la razón por la que estas vacunas se están investigando en pacientes que ya han sido operados”.
Este tipo de abordaje contra el cáncer ya ha dejado ver prometedores resultados en un estudio Fase II en pacientes con melanoma de alto riesgo en estadio IIIb/IV a los que se les había extirpado completamente el tumor y que fueron tratados con inmunoterapia sólo o con inmunoterapia y la vacuna personalizada. “La tasa de recaída en el grupo que recibió inmunoterapia y la vacuna fue la mitad que en el grupo que sólo recibió inmunoterapia, y estos resultados han animado a ampliar estas investigaciones a pacientes con estadios más precoces y a probarlo con más pacientes y otras patologías” agrega la especialista.
Los tratamientos son personalizados para cada paciente y se realizan partiendo de la muestra extraída de su tumor
Los tratamientos son personalizados para cada paciente y se realizan partiendo de la muestra extraída de su tumor. “En nuestra unidad, no sólo lo estamos llevando a cabo ensayos clínicos con la vacuna de Moderna y MSD en pacientes intervenidos de melanoma, sino también de cáncer de vejiga y cáncer de pulmón. Estos últimos sabemos que tienen una alta capacidad de recurrencia, por esto estas vacunas nos pueden ser muy útiles”, explica la doctora.
La administración de la vacuna se realiza durante un año. Además del tratamiento estándar con inmunoterapia (en estos casos con pembrolizumab), cada 21 días, se le inocula una dosis de la vacuna, con el objetivo de reducir la probabilidad de recaída.
Estas vacunas terapeúticas se espera que se unan a las ya utilizadas vacunas preventivas contra el cáncer, como es la vacuna contra el papilomavirus o la vacuna para prevenir la hepatitis C. La primera reduce la incidencia de los cánceres asociados al virus del papiloma humano y que en la actualidad se recomienda su administración en jóvenes para la prevención del cáncer de cérvix y los carcinomas de cabeza y cuello; la segunda previene los hepatocarcinomas.