El HospitalQuirónsalud Barcelonaes un centro referente en reconstrucción de la mama, especialmente tras cirugías oncológicas. La doctora Mireia Ruiz-Castilla, especialista de referencia y jefa del Servicio de Cirugía Plástica, Reparadora y Estética de Hospital Quirónsalud Barcelona, usa el verde de indocianina para la verificación quirúrgica de injertos en microcirugía de este tipo de intervenciones.
El uso de este verde de indocianina en microcirugía de reconstrucción mamaria está muy poco extendido a pesar de tratarse de una técnica que ya se usa con éxito en otras varias cirugías. La doctora Ruiz-Castilla acumula gran experiencia en el uso de esta técnica, que aumenta mucho la tasa de éxito de la intervención y permite abordar reconstrucciones mamarias de alta complejidad por microcirugía.
El verde de indocianina permite una mejor evaluación intraoperatoria que ayude en la toma de decisiones. Se trata un compuesto soluble que se puede administrar por vía intravenosa o intraarterial. Una de sus principales utilidades es la de evaluar de forma intraoperatoria y fiable el correcto aporte sanguíneo de los tejidos implicados, en este caso, en la microcirugía de reconstrucción mamaria tras un cáncer de mama.
Hoy en día, el uso de la microcirugía en la reconstrucción mamaria tras un cáncer de mama es cada vez más frecuente. En pacientes que deban someterse a radioterapia o ya la hayan recibido, la colocación de implantes no es la técnica de primera elección ya que todavía puede dar complicaciones asociadas a la mala calidad de los tejidos irradiados, y en estos casos es preferible el uso de técnicas de reconstrucción mediante tejidos de la propia paciente, como el tejido vascularizado o colgajo microquirúrgico abdominal DIEP.
El Hospital Quirónsalud Barcelona, referente en verde indocianina para microcirugía de reconstrucción mamaria
“Las posibilidades de complicaciones precoces o diferidas en la cirugía de reconstrucción mamaria con implante en pacientes que hayan requerido radioterapia son, en general, altas, por lo que optamos a la realización de este tipo de técnica como primera opción”, explica la doctora Ruiz-Castilla, y sigue: “Para poder abordar con éxito la reconstrucción mamaria con microcirugía es necesario disponer de toda la tecnología que nos permita abordar esta cirugía de alta complejidad”.
Uno de los grandes problemas de la reconstrucción de la mama microquirúrgica es la no viabilidad del tejido trasplantado tras la reconstrucción. “Esto no solo puede provocar molestias, contorno con anomalías y masas palpables que pueden simular la recurrencia del cáncer, sino que también puede causar la pérdida total o parcial de la neomama de forma precoz. Es decir que, al no llegar bien la sangre al tejido trasplantado, este muera y se tenga que volver a reconstruir con nuevo tejido”, explica la doctora Ruiz -Castilla.
“Hay que evitar a toda costa esta complicación de la reconstrucción mamaria ya que, psicológicamente, una cirugía de reconstrucción mamaria ya es, en sí misma, un acto quirúrgico delicado, y un fallo puede ser fatal. La paciente ya viene de momentos complejos: una enfermedad maligna, una cirugía que causa una alteración visible, a veces muy mutilante, en una parte muy sensible de su anatomía, muy asociada a la autoimagen, así que asumir las complicaciones de un fallo de un tejido vascularizado de reconstrucción mamaria puede añadir más secuelas psicológicas”, prosigue Ruiz-Castilla. Por lo tanto, cualquier opción para minimizar este riesgo es bienvenida. Toda prevención es poca.
El verde de indocianina ofrece numerosas ventajas que se traducen en menos complicaciones durante y después de la cirugía y una mejor recuperación postoperatoria
Así, el verde de indocianina ofrece numerosas ventajas que se traducen en menos complicaciones durante y después de la cirugía y una mejor recuperación postoperatoria. De hecho, existen múltiples estudios científicos que demuestran que esta maniobra económica y segura ha cambiado la decisión intraoperatoria en 1 de cada 10 pacientes, y ha disminuido entre 2 y 3 veces la incidencia de la revascularización incorrecta de la zona implantada tras las microsuturas de todos los vasos sanguíneos que se conectan durante esta cirugía.
Las microcirugías de una reconstrucción de mama suelen ser intervenciones muy largas y delicadas, en las que se extrae tejido graso abdominal de la paciente para reconstruir la mama. “Hay que detectar a priori que el tejido tenga vasos sanguíneos viables para realizar el trasplante e irrigar el colgajo”, indica la doctora Ruiz-Castilla y prosigue: “Esto se hace previamente a la intervención mediante una imagen de TAC buscando la existencia el pedículo vascular, arteria y venas, que llegan e irrigan a la zona a trasplantar de la paciente”.
Posteriormente, y ya en la cirugía, una vez se ha realizado la preparación e independización del colgajo abdominal con su arteria y vena, se une a los vasos receptores mamarios mediante microcirugía. Una vez acabada esta microcirugía, verificar la buena perfusión de los tejidos será vital, así como diseñar con ayuda de la fluorescencia la mama con el tejido trasplantado que reciba la mejor irrigación y descartar aquellas zonas con pobre o ninguna irrigación vascular tras su trasplante. Poder verificar que este proceso no falla es fundamental y diseñar la mama con las mejores zonas es muy importante.
“La evaluación de la perfusión de este tejido reinjertado en la mama con la imagen fluorescente de verde de indocianina verifica la correcta perfusión de los tejidos. En caso de que no se visualice bien esta distribución fluorescente ya indica una mala irrigación del tejido, con lo que ya se puede anticipar que este tejido acabaría sufriendo una necrosis que no nos podemos permitir. Así pues, en el mismo quirófano ya se pueden tomar decisiones”.