Sufres una infección de orina. Sientes dolor y ardor al ir al baño, la orina sale oscura, incluso con trazas con sangre, y tienes un poco de fiebre. Acudes al médico para que te dé un tratamiento y poder seguir con el día a día. El trabajo, la casa, estar con la familia, quedar con amigos... Pero al llegar al hospital y analizar la bacteria que provoca tu infección te dan malas noticias.
“Cuando les informamos de que se trata de una bacteria resistente a los antibióticos los pacientes se asustan”, explica a Consalud.es la Dra. Nieves López Fresneña, jefa del Servicio de Medicina Preventiva y Gestión de Calidad del Hospital General Universitario Gregorio Marañón y coordinadora del Máster Universitario en Gestión de la Seguridad Clínica del Paciente y Calidad de la Atención Sanitaria de la Universidad Internacional de La Rioja (UNIR).
La mayoría de las superbacterias actuales crean infecciones en el tracto digestivo o en el urinario. A veces también tienen su origen en heridas quirúrgicas. Los síntomas son los mismos que una infección causada por bacterias sin resistencia a los antibióticos, pero su tratamiento es más complejo. Por el momento no es imposible, pero lleva más tiempo. Y si no se tratan a tiempo producen un mayor riesgo de mortalidad: las infecciones pueden alcanzar el riego sanguíneo y crear una sepsis.
Hay 60 pacientes aislados por alguno de estos microorganismos en hospitales como el Gregorio Marañón
Mientras te informan de lo que tienes el protocolo se activa. El peligro de una superbacteria es que se transmita en el hospital a otros pacientes. Así que, en lo que creías que iba a ser una visita más o menos al médico, te ves aislado en una habitación a la espera de que den con el mejor fármaco para cuidar esa infección de orina a la que no habías dado mayor importancia.
No eres el único que se encuentra aislado en una habitación. En un espacio al lado se encuentra María, ella tiene una bacteria multirresistente que le ha causado problemas en el tracto urinario. Durante años ha sufrido infecciones de orina, pero esta es distinta, la bacteria es resistente a los antibióticos que antes la funcionaba. Y ha estado muy grave. Por suerte el tratamiento le ha ayudado y tras, largos días aislada, podrá volver a casa.
Y como vosotros dos, hay 60 pacientes aislados por alguno de estos microorganismos en hospitales como el Gregorio Marañón. No todos están infectados, como tú y María, sino algunos simplemente colonizados. “Los brotes están a la orden del día, nos hace pensar que si en unos años no hay nuevas fórmulas para tratar estas enfermedades una infección de orina puede llevarse a alguien por delante”, señala la jefa del Servicio de Medicina Preventiva Gregorio Marañón.
“Los brotes están a la orden del día, nos hace pensar que si en unos años no hay nuevas fórmulas para tratar estas enfermedades una infección de orina puede llevarse a alguien por delante”, señala la jefa del Servicio de Medicina Preventiva Gregorio Marañón
Mientras esperas a los resultados del cultivo, tu familia ha venido a visitarte. A ellos le han hecho las pruebas y no están ni infectados ni colonizados. Van pertrechados con batas desechables y tienen que tener cuidado. Se despiden con una sonrisa y deseándote ánimo. Cuando salen se lavan las manos. Y te dejan de nuevo solo. Los médicos continúan estudiando la bacteria que te ha infectado.
“En el cultivo se evalúa la sensibilidad para cada antibiótico. En algunos casos en la vida real se mezclan varios antibióticos. Solo en las infecciones más graves, cronificadas como las causadas en orina o por salmonela, se utilizan los antibióticos de amplio espectro”, señala la Dra. López Fresneña.
Tú has tenido suerte, tu bacteria responde a uno de los primeros tratamientos ensayados en laboratorio. Así que en poco tiempo puedes salir del hospital y volver a tu casa. Pero, como recuerda la experta, ya existen bacterias que son resistentes incluso a los antibióticos más eficaces. Por el momento los antibióticos de amplio espectro siguen funcionando ante las superbacterias que aparecen actualmente y de las que la sociedad no son conscientes.
LA BATALLA CONTRA LA RESISTENCIA BACTERIANA
“Si cuando nos encontramos con una neumonía bacteriana prescribimos un antibiótico pero no hacemos cultivo, esto fortalece a la bacteria”, indica la Dra. Nieves López Fresneña. Los cultivos permiten buscar el tratamiento específico más eficaz, de tal manera que consigue eliminar la bacteria totalmente sin que consiga hacerse resistente.
Creemos que es las enfermedades resistentes son cosas del futuro, del momento en el que los antibióticos no funcionen y empiece a morir gente. Sin embargo, “es un caballo de batalla diario de los hospitales, aunque la sociedad no es consciente”, insiste la experta. Esta infección no solo la pueden tener adultos, o gente mayor, sino que también la pueden contraer jóvenes, adolescentes, niños e incluso recién nacidos.
“Por eso es muy importante asegurar la prevención en las investigaciones, evitar los antibióticos en enfermedades víricas y hacer cultivos. Para que no llegue el día en el que una infección de orina se lleve por delante a una persona”, concluye la Dra. López Fresneña.