La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha anunciado esta semana la inclusión en su Clasificación Internacional de Enfermedades el síndrome del trabajador quemado, también conocido como 'burnout', como un problema asociado al empleo o al desempleo.
Esta dolencia se refiere a un estado de agotamiento y fatiga constante que implica una falta de eficacia y rendimiento en el trabajador poco motivado, según ha explicado Tarik Jaserevic, portavoz de la institución. Se caracteriza por tres elementos: un sentimiento de agotamiento, pensamientos negativos y menor rendimiento profesional.
"Es necesario incluir herramientas en los hospitales, centros de salud y Summa 112 para detectar situaciones de estrés y solucionar el 'burnout' del médico a tiempo"
En este contexto, ¿qué opinan los representantes y organismos públicos sobre esta decisión? Una de las más recientes en pronunciarse ha sido la candidata del Partido Popular (PP) a la Presidencia de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso. La posible futura responsable del Gobierno regional ha asegurado que se tendrán que incluir herramientas en los hospitales, centros de salud y Summa 112 para "detectar situaciones de estrés" y "solucionar el 'burnout' del médico a tiempo".
LOS SINDICATOS RESPALDAN A LA OMS
Por su parte, el Sindicato de Enfermería (Satse) ha reclamado al Ministerio de Trabajo, Migraciones y Seguridad Social y al Ministerio de Sanidad, Consumo y Bienestar Social que se incluya el síndrome del trabajador quemado en el listado de enfermedades profesionales que contempla la Seguridad Social.
A través de una carta, el presidente de la organización sindical, Manuel Cascos, ha instado a las ministras de Trabajo y Sanidad en funciones a que "propicien la modificación legislativa pertinente" para que esta patología sea considerada como enfermedad profesional.
"Este cambio no es sólo una cuestión de etiquetado, sino que dará visibilidad al síndrome y reducirá su infradiagnóstico latente"
Por su parte, Metges de Catalunya (MC) ha aplaudido la decisión de la entidad que preside el doctor Tedros Adhanom ya que, a su juicio, "facilitará el diagnóstico del trastorno y agilizará la aplicación de las medidas correctoras en el lugar de trabajo por parte de las empresas".
Para la secretaria de Salud Laboral de MC, Rosa Alcolea, este cambio no es sólo una cuestión de etiquetado, sino que "dará visibilidad al síndrome y reducirá su infradiagnóstico latente". Además, añade que las incapacidades laborales que se puedan derivar "serán consecuencia del trabajo y, por tanto, se podrán reconocer como enfermedad profesional".