¿Qué ocurre cuando donas tu cuerpo a la ciencia?

Al final de la vida las personas pueden acabar sepultadas bajo tierra, incineradas en un horno crematorio, o en la sala de disección de una facultad de Medicina. Aunque esta última práctica sea la menos habitual, sin embargo, sí que se trata de la más útil de cara a la ciencia. "Es una necesidad social.¿Cómo aprende un cirujano, por ejemplo, a desarrollar una técnica innovadora, si no es con un cadáver donado?", indica a Consalud.es Manuel Rubio, colaborador de la Asociación de Donantes de Cuerpo.

Cada año, unas 6.000 personas en España deciden convertirse en donantes de cuerpos a la ciencia, para lo cual sólo se requiere firmar un documento de consentimiento expedido por las distintas facultades de Medicina, que son las que se encargan del proceso. Una vez fallece la persona, y aunque no existe una legislación estatal al respecto, más allá de las normativas de Sanidad Mortuoria, el protocolo por el que pasan los cadáveres es sencillo.

"La universidad es la responsable legal de todo el proceso. A través de un acuerdo con una funeraria, ésta recoge el cuerpo y lo trae al Departamento de Anatomía de la facultad. Tras un período de acondicionamiento, los cuerpos se mantienen en piscinas con formol, aunque ahora estamos utilizando cámaras frigoríficas, que son menos contaminantes. Y, pasados cinco años, cuando el cuerpo deja de ser útil, la misma funeraria se encarga de incinerarlo, para lo que no es necesario avisar previamente a la familia del donante", explica a Consalud.es Alfonso Rodríguez, Catedrático de Anatomía de la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB) y coordinador de su sala de disección.

Cada año, señala el especialista, más de 2.000 alumnos de diversas carreras pasan por la sala para experimentar con los cuerpos, de los cuales se aprovecha todo, desde las extremidades, hasta los órganos, huesos, tejidos, o tendones. "Si no tuviéramos cuerpos, los estudiantes no podrían aprender, con lo que eso supone en Medicina", señala Rodríguez.

El coste del transporte, conservación e incineración ronda los 1.000 euros por cuerpo, una cantidad que asumen la facultades. Con la crisis, se extendió el rumor de que había más donaciones de cuerpo porque las familias querían ahorrarse los coste de los funerales. Según Manuel Rubio, "esto no está demostrado y es algo que no promovemos. Si bien, sea de una forma u otra, esto acaba beneficiando a la sociedad, porque son más cuerpos para la ciencia", señala.

TODO "RESUELTO" EN LA COMPLUTENSE

La donación de cuerpos a la ciencia sufrió un duro varapalo hace año y medio cuando el diario El Mundo destapó las nefastas condiciones en las que la Universidad Complutense de Madrid (UCM) conservaba los cadáveres, así como el irregular funcionamiento de su incineradora de cuerpos. Unos problemas que crearon alarma social pero que, según Juan Antonio Tejada, Vicerrector de Planificación y Evaluación Institucional de la UCM, "ya están resueltos".

De esta forma, en los próximos meses la Facultad de Medicina contará con un centro de donación de cadáveres, "más modernizado, con medios audiovisuales, y donde se trabajará en mejores condiciones para que no vuelvan a ocurrir situaciones como las del pasado. Además, eliminaremos la incineradora del centro", señala el vicerrector en declaraciones a este periódico.

Aunque según los especialistas las donaciones están en aumento en los últimos años, Tejada reconoce que el suceso ocurrido en su universidad (regida por entonces por otro equipo rectoral), ha hecho que se reduzcan las donaciones. "Sí que hay una bajada, aunque tampoco hemos querido tener una afluencia de cuerpos enorme hasta que el centro no esté en pleno funcionamiento", indica.


Porque salud necesitamos todos... ConSalud.es