En las últimas semanas, y según recoge El País, las autoridades francesas han empezado a investigar 18 casos de bebes nacidos entre el año 2000 y el 2014 a los que les falta un brazo, el antebrazo o una mano.
El gobierno francés ha prometido a sus ciudadanos la mayor transparencia posible ya que “toda Francia quiere saber lo que está pasando”. “No podemos contentarnos con decir que no hemos encontrado una causa”, ha afirmado la ministra de Salud, Agnès Buzy, en declaraciones a la emisora BFM TV. Durante esta entrevista ha asegurado que puede tratarse de un factor medioambiental aunque no se cierran ninguna puerta. Puede que esté vinculado a lo que comieron las madres de los niños afectados durante el embarazo, o a algo “que respiraron”, aventuró. “No vamos a esconder nada”, ha prometido por su parte el director general de la Agencia de Salud Pública francesa, François Bourdillon.
En los últimos días se ha elevado a 18 el número de bebes nacidos entre el 2000 y el 2014 a los que les falta alguna extremidad superior
Las alarmas saltaron cuando la investigadora Emmanuelle Amar, que dirige el registro de malformaciones de Rhône-Alpes, denunció el inusual número de casos de bebés con estas malformaciones en la zona de Ain. Sin embargo, fue acusada por miembros de la comunidad científica de alarmista lo que acabó provocando que presentara su despido.
Sin embargo, el gobierno francés ha decidido escuchar sus alarmas. A principios de octubre se llevó a cabo un estudio previo sin respuestas concluyentes en el que se barajaban cifras poco alarmantes: cuatro casos en el departamento bretón de Morbihan de bebés nacidos entre 2011 y 2013 y tres en torno a Mouzeil, en el Loira-Atlántico, durante el periodo 2007-08.
El cambio de opinión de la administración francesa se debe a que se han empezado a investigar otros 11 posibles nuevos casos, todos en la zona de Ain, lo que elevarían a 18 el número de bebés nacidos entre 2000 y 2014