La Hemorragia Vítrea es una condición médica que se da cuando se produce una acumulación de sangre en la retina. Es el tipo de hemorragia ocular más grave. Tiene lugar en la zona del humor vítreo, el gel claro que llena el espacio entre la lente y la retina del ojo. Y sus síntomas pueden variar desde la visión borrosa a otras complicaciones visuales.
Las causas pueden ser múltiples y variar desde altos niveles de presión arterial, diabetes, lesiones en los ojos o ciertos trastornos de la sangre. De cualquier forma, esto ocurre cuando la capa sensible a la luz se rompe y resulta en una hemorragia. Puede dar lugar a visión borrosa, una disminución en la visión periférica y, en casos severos, a la pérdida total de la visión. La hemorragia vítrea puede ser un signo de hemorragias retinianas no detectadas. Ante ello, conviene prestar atención a los síntomas y consultar cuanto antes a un especialista.
Una de las causas principales de esta condición es la diabetes
Uno de los signos más característicos de la hemorragia retiniana es la visión borrosa, que puede manifestarse de manera gradual o espontánea. Tienden a ir acompañada de destellos de luz o miodesopsiar -la sensación de “moscas volantes”-. Y la hemorragia vítrea es un síntoma asociado. En los casos más severos, aparece una sensación de dolor agudo, sensibilidad a la luz y dificultad para ver por la noche.
Cuando hay una presencia de hemorragia, el humor vítreo pierde parte de su transparencia y la luz encuentra dificultades apara penetrar, por eso tienen lugar las alteraciones en la visión. La atención médica temprana es fundamental para evitar posibles complicaciones como la pérdida total de visión o el desprendimiento de la retina. Aunque el derrame en sí desparece después de varias semanas o un mes.
Existen algunos factores de riesgo que predisponen a determinadas personas a padecer hemorragias retinianas. Entre ellos se incluyen la diabetes, la hipertensión arterial, el envejecimiento, las enfermedades vasculares, el glaucoma, el traumatismo ocular y ciertos trastornos hereditarios de la retina. En el caso de la diabetes y la hipertensión arterial, son dos de las principales causas de hemorragia puesto que puede dañar los pequeños vasos sanguíneos de la retina y provocar su ruptura. Por otro lado, como enfermedades no subyacentes, la hemorragia puede aparecer a causa de lesiones en el ojo que, pueden romper los vasos sanguíneos.
DIAGNÓSTICO Y TRATAMIENTO
Las hemorragias pueden ser difíciles de detectar sin un examen ocular completo. En algunos casos, los afectados presentan manchas que dificultan la visión, pero en otros casos, no hay síntomas hasta que la enfermedad ha avanzado significativamente.
Una prueba para detectar la presencia de sangre es fundamental de cara al diagnóstico y tratamiento. También, es posible realizar ultrasonido ocular para obtener una imagen más detallada y descartar un desprendimiento de retina. Por otro lado, las pruebas de controles de presión ocular contribuyen a descartar la forma más grave de esta condición, que es el glaucoma. En ese sentido, el tratamiento puede variar según la gravedad y la causa subyacente.
En la mayoría de los casos, el tratamiento estándar es la administración de medicamentos que controlan las enfermedades subyacentes La hemorragia vítrea puede ser un indicador de que la hemorragia retiniana está avanzando y puede requerir de una intervención para reparar los vasos sanguíneos dañados o para eliminar el humor vítreo ensangrentado. Así, se puede prevenir un mayor daño a la retina.