Desde hace unos años se ha detectado el adelanto de la pubertad y menstruación femenina. De los 14 años de media que las niñas del siglo XX tenían cuando le bajaba la primera regla, se ha pasado a los 12 e incluso 11 años actuales. “No estamos seguros de las razones de este adelanto, se debe a mejoras en la salud general, pero también al uso de pesticidas y de otras sustancias que simulan las hormonas”, manifiesta la Dra. María Jesús Ceñal, secretaria de la Sociedad Española de Medicina de la Adolescencia (SEMA), a Consalud.es.
Esto hace que cada vez sea más común ver niñas que con 8 o 9 años comienzan la pubertad. “En estos casos hay que valorar la situación familiar, cómo fue el desarrollo de la madres después de la aparición del botón mamario hasta que le llegó la regla”, señala la experta. A estas niñas se les propone retrasar la pubertad, pero es verdad que algunas se niegan, “no les importa tener la mama desarrollada y eso es respetable”. No es lo mismo si hablamos de una pubertad es precoz, antes de los 8 años.
Una pubertad especialmente precoz, no es frecuente y suele responde a causas como un tumor cerebral, una alteración de la glándula hipófisis o un tumor suprarrenal
Hace unos meses, recordaba el Dr. Pedro Gorrotxategi, en una conversación con este medio sobre tratamientos hormonales, el caso de una niña que a los dos años tenía ya la pubertad. “Le tuvimos que dar un tratamiento hasta los 12 años para evitar que le bajara la regla a los cuatro o cinco años”. Este llamativo caso, con una pubertad especialmente precoz, no es frecuente y suele responde a causas como un tumor cerebral, una alteración de la glándula hipófisis, un tumor suprarrenal, y en algunos casos “solo es que la hipófisis se ha puesto en marcha antes de tiempo, y simplemente es frenarla todo lo que sea posible”, explica la Dra. María Jesús Ceñal.
IMPORTANCIA DE FRENARLA
Si el Dr. Gorrotxategi no hubiera frenado la pubertad de la niña de dos años, cuando se le empezó a desarrollar el botón mamario, con cinco años, cuando estuviera aprendiendo a leer, escribir y sumar, le habría bajado muy probablemente la regla. Una pubertad y una menstruación precoz es una situación que perjudica de forma importante en la salud de las niñas, afectando a su crecimiento y aumentando el riesgo de diabetes gestacional, enfermedades cardiovasculares o incluso de cáncer de mama por las acciones de las hormonas.
Además, estas niñas, al igual que los niños con pubertad precoz (antes de los 9 años) suelen tener problemas psicológicos al ver que se desarrollan de forma diferente a sus compañeros. Es por ello que se las trata para evitar que les baje antes de tiempo, retrasándola hasta los 12 años, hace más tiempo hasta los 14. “Siempre hay que tratar las causas de que las hormonas que inician la pubertad actúen antes. Es importante investigar uno a uno los casos, y si no hay un problema que lo desencadene simplemente hay que frenar la pubertad con un tratamiento que se suspenderá cuando la edad sea correcta”, indica la Dra. María Jesús Ceñal.
Durante el periodo del tratamiento, la doctora explica que los padres tienen que mantener una vigilancia estrecha sobre la dieta, el ejercicio y el desarrollo óseo de la niña. “Si se frena hasta la edad normal no hay problema óseo con el calcio”, explica la Dra Ceñal. La pubertad precoz es poco común, y la adelantada (de 8 a 9 años) también es ocasional, aunque cada vez hay más casos debido al adelanto en el inicio de la menstruación. “Si se tiene un caso de pubertad precoz, con niñas menores de ocho años, o incluso de ocho y nueve, es importante que se acuda al médico para conocer las causas y tomar las medidas oportunas”.