La salud mental de la mujer durante el embarazo y tras el parto es uno de los aspectos más importantes que deben ser tenidos en cuenta para el correcto desarrollo del bebé. En este contexto, existen una serie de condiciones que tienen lugar cuando la mujer da a luz, siendo la más conocida la depresión postparto. Sin embargo, la condición más grave y peligrosa pasa desapercibida: la psicosis postparto.
En España, hay una media de 340.000 partos al año, de los cuales 340 derivarán en psicosis postparto. “Sin embargo, al ser tan grave, tenemos que estar muy pendientes, porque las consecuencias pueden ser muy serias”, explica para ConSalud.esIsabel Irigoyen Recalde, psiquiatra en el Hospital San Jorge de Huesca, profesora de la Universidad de Zaragoza y portavoz de la Sociedad Española de Psiquiatría y Salud Mental (SEPSM).
“A pesar de que es un cuadro afortunadamente poco frecuente, es de extrema gravedad, por lo que intentamos hacer siempre hincapié en él para fomentar su prevención”
Además, cuando una madre ha tenido psicosis postparto, el riesgo de que se vuelva a producir el cuadro a través de otro parto es casi de un 20 o 30%. “A pesar de que es un cuadro afortunadamente poco frecuente, es de extrema gravedad, por lo que intentamos hacer siempre hincapié en él para fomentar su prevención”, continúa la experta.
Este cuadro puede producirse por distintos factores, siendo uno de ellos los antecedentes en madres, hermanas o abuelas. “Cualquier pariente de primer o segundo grado puede suponer un factor de riesgo”. Otro factor es tener una enfermedad mental como la esquizofrenia o el trastorno bipolar.
El inicio de la psicosis postparto suele ser muy abrupto, pues hay cuadros que han empezado casi en minutos. “Hemos visto casos que pasan de estar bien a estar mal en un minuto. Además, la sintomatología es muy llamativa: puede debutar con muchísima angustia, una angustia desbordante como si estuviera permanentemente en una crisis de pánico”.
También puede debutar con desorientación en el tiempo, el espacio o no saber exactamente dónde está. Esto, a su vez, provoca serios problemas de memoria. “Como no fijan la atención, pueden desarrollar conductas de riesgo sin darse cuenta”. A su vez, las alteraciones en el estado de ánimo son también comunes, pudiendo las pacientes estar tanto muy deprimidas como muy eufóricas.
Ante la mínima sospecha de cualquiera de estos síntomas, es fundamental acudir inmediatamente a un especialista en psiquiatría. “Si cualquier persona se encuentra en esta situación, puede, por ejemplo, cruzar la calle sin mirar. A esto hay que añadir que, en la psicosis postparto, la mujer se encuentra a cargo de un bebé y puede llegar a poner en peligro su vida. Hay casos de suicidio y de infanticidio”.
El bebé puede correr peligro porque, generalmente, la mayoría de las ideas delirantes tienen que ver con él. “Pueden pensar que su hijo está muerto, que ese no es su hijo, que su hijo es un ángel, que su hijo es un demonio o que les han cambiado al bebé. Por todo ello, no hay que dejar a solas a la madre con el bebé ni un minuto”.
Esta situación, por supuesto, impacta en gran medida en la vida de todos los miembros de la familia. Por un lado, cuando la mujer se recupera, muchas veces tiene miedo a volver a tener más hijos. “Impacta en el plan reproductivo posterior. Muchas veces se quedan tan tocadas que no quieren saber nada más de tener hijos, porque piensan que han hecho algo mal”.
El impacto en el bebé, además del peligro que puede suponer el cuadro psicótico, pasa también por la separación de la madre. “A veces los cuadros son tan graves y abruptos que no podemos hacer el tratamiento en el domicilio, ya que la presencia del bebé puede suponer también un riesgo. A su vez, la familia muchas veces se ve desbordada”.
“Las madres pueden pensar que su hijo está muerto, que ese no es su hijo, que su hijo es un ángel, que su hijo es un demonio o que les han cambiado al bebé"
En este sentido, el impacto también puede afectar al resto de miembros de la familia. “Como hay tanto estigma de la sociedad, muchas veces la pareja o los familiares más directos también tienen miedo de que se vuelva a producir el cuadro, bien a través de otro parto o bien por otras circunstancias”. Sin embargo, la familia puede y debe ser un pilar fundamental en la recuperación de las pacientes.
“Los familiares pueden ayudar a revertir esta situación ayudando a la paciente a entender que no es su culpa, no culpabilizando, no estigmatizando y tratando la situación como lo que es: una enfermedad mental”, continúa la experta. En el contexto de recursos de apoyo disponibles para las pacientes, la doctora Irigoyen señala el papel de las unidades de psiquiatría.
La propia doctora lleva a cabo en Aragón un programa de salud mental perinatal en mujeres con este diagnóstico. De este modo, lleva a cabo un seguimiento en pacientes con distintas patologías psiquiátricas graves que deciden quedarse embarazadas o que se encuentran sin esperarlo ante un embarazo.