Con el fin de detectar posibles problemas de próstata, millones de hombres se someten a pruebas de antígeno prostático específico (PSA). Iniciar los controles de detección precoz de cáncer de próstata a los 50 años, en hombres asintomáticos y sin antecedentes, es fundamental. Sin embargo, también deben someterse a pruebas aquellos que tengan familiares con cáncer de próstata, a partir de los 45, como destaca el servicio de Urología del Hospital Universitario de Torrejón, con motivo del Día Mundial del Cáncer de Próstata.
En las pruebas PSA es posible que se determine un resultado elevado (sobre 4 ng/ml), algo que puede resultar alarmante. Sin embargo, los urólogos del centro torrejonero recalcan que no necesariamente indica la presencia de un cáncer, sino que puede ser signo de varias condiciones, y no todas malignas.
“El antígeno prostático específico es una proteína producida por las células de la glándula prostática y sus niveles pueden elevarse por diferentes condiciones que afectan a la próstata”, introduce el doctor Julio Fernández, Jefe del servicio de Urologíadel Hospital Universitario de Torrejón.
“Aunque la prueba del PSA es un análisis importante para la detección precoz del cáncer de próstata, un resultado positivo no indica de forma exclusiva que se trate de esa patología”
“Aunque la prueba del PSA es un análisis importante para la detección precoz del cáncer de próstata, un resultado positivo no indica de forma exclusiva que se trate de esa patología”, añade. Valores como el ratio de PSA, la densidad de PSA, el tacto rectal, la resonancia magnética multiparamétrica y una biopsia de próstata son fundamentales para diferenciar el cáncer de próstata de, por ejemplo, una hiperplasia benigna de próstata (HBP).
“La próstata es una glándula del tamaño de una nuez ubicada debajo de la vejiga de los hombres y que envuelve la uretra. A medida que los hombres envejecen, experimentan ciertos cambios hormonales que pueden hacer que la próstata experimente un agrandamiento benigno, lo que puede ejercer presión sobre la uretra y causar síntomas urinarios obstructivos”, explica el doctor Diego Carrión, Facultativo Especialista en Urología del Hospital Universitario de Torrejón, sobre la hiperplasia benigna de próstata (HBP).
“Mientras que la HBP es un agrandamiento benigno de la próstata, el cáncer es la aparición de uno o varios tumores dentro de la próstata”, diferencian desde el servicio. Aunque algunos síntomas como la dificultad para orinar y flujo urinario débil pueden ser comunes tanto en la HBP como en el cáncer de próstata, otros síntomas como sangre en la orina o el semen, dolor pélvico o de espalda y pérdida de peso son más sugestivos del cáncer de próstata.
También es importante señalar que en las etapas tempranas del cáncer de próstata es posible que no se presenten síntomas. Los más evidentes tienden a aparecer en etapas más avanzadas de la enfermedad, y pueden ser similares a los de la HBP. Por otro lado, a diferencia del cáncer de próstata, la hiperplasia benigna de próstata no siempre requiere de tratamiento.
“Algunos hombres pueden experimentar síntomas leves que no interfieren significativamente en sus actividades diarias, pero hay otros casos en los que los síntomas afectan a la calidad de vida y se recomienda iniciar un tratamiento, que, en función del caso, puede ser mediante medicamentos o cirugía”,explican los urólogos. Es importante tratar a tiempo una HBP ya que, de no hacerlo, pueden producirse ciertas complicaciones, como la retención urinaria al obstruir por completo el flujo de orina a través de la uretra, infecciones del tracto urinario, formación de cálculos o litiasis vesicales, sangrado en la orina, deterioro de la función renal y daños crónicos en la vejiga.
“Algunos hombres pueden experimentar síntomas leves que no interfieren significativamente en sus actividades diarias, pero hay otros casos en los que los síntomas afectan a la calidad de vida"
En caso de que el tratamiento farmacológico fracase o que desarrolle efectos adversos, se recomienda que el paciente se someta a cirugía. En el servicio de Urología del Hospital Universitario de Torrejón llevan a cabo una de las técnicas mínimamente invasivas con mejores resultados en la actualidad, la enucleación de próstata con láser de holmio (HoLEP).
“Esta cirugía se realiza a través de la uretra mediante un láser para extirpar los lóbulos de la próstata que están causando la obstrucción de la uretra”, expone el doctor Fernández. “La técnica de enucleación permite una resección completa del tejido prostático, agrandando sin dañar la cápsula prostática ni el esfínter urinario”,continúa el doctor Carrión. Se trata de una técnica de vanguardia que reduce el riesgo de complicaciones, como son el sangrado o la incontinencia. No obstante, el tipo de procedimiento quirúrgico empleado debe evaluarse de forma individual por el urólogo, teniendo en cuenta la anatomía de la prostate y las necesidades específicas de cada paciente.